La empresa “Algramo”, fundada en 2013 y enfocada en vender productos de primera necesidad con formatos de envase retornables, bajará sus cortinas. Una serie de circunstancias tanto internas -menores ventas- como externas -la guerra en Ucrania o la ola “anti-woke”- llevaron a que, simplemente, los números ya “no dieran” más, haciendo insostenible el negocio.
Y es que la firma fundada por José Manuel Moller no solo buscaba cumplir con metas sustentables mediante la reutilización de distintos tipos de envases, sino también que con ello, se lograra bajar los precios de los productos, en especial para las familias de sectores más vulnerables.
En el camino, surgieron alianzas con grandes de la industria como Walmart o Unilever, además de trabajo con otras empresas como Coca-Cola o Nescafé. Sin embargo, no fue suficiente y “sin el apoyo clave, el modelo perdió viabilidad”.
Fin a los más de 10 años de historia de Algramo
Moller, en entrevista con DF MAS, reveló que en diciembre del año pasado solo tenían de cliente a Nescafé, pero que decidieron cerrar ese negocio “porque no había cómo sostenerlo”.
La startup, que llegó a ser reconocida como uno de las mayores innovadoras del mundo por la revista Fast Company, en 2019 se lanzó otra línea de negocio con empaques “inteligentes” y rastreables para ser reutilizados.
Con Unilever se aliaron para la venta de productos de limpieza en envases recargables, con Walmart con productos de marca propia e incluso en la red de supermercados inglesa Lidl. Con Coca-Cola, trabajaron con estaciones de rellenado de envases (refill) en universidades. En 2023, recuerda DF, Algramo se separó en dos marcas, siendo la otra Bringo.
Aunque el negocio llegó a facturar cerca de US$8 millones en su mejor momento, los números estaban en buen estado y la marca era reconocida, en los últimos dos años la situación bajó, el consumo retrocedió y, según dijo Moller al medio especializado, eso les llevó a “estar bajo el agua”.
Una posible alianza con Abastible surgía como -quizás- un respiro en medio del momento difícil, pero con todo y avances en las conversaciones, en marzo de 2025, la compañía decidió no invertir en Algramo. Al mes siguiente, se tomó la decisión de cerrar.
“Sin el apoyo clave, el modelo perdió viabilidad”
Tras la publicación de la nota en DF, Moller usó su propio perfil de LinkedIn para anunciar el fin de Algramo.
En el posteo, dijo que “desde el inicio, Algramo fue diseñado para avanzar con la ambición que el mundo ambientalmente necesitaba, pero la guerra en Ucrania frenó el impulso ambiental, y el año pasado grandes socios como Unilever, Walmart y Coca-Cola lamentablemente eliminaron sus metas de reutilización para enfocarse solo en reciclar”.
Sobre este último punto, el fundador de la startup destacó a Diario Financiero que tras las políticas “anti-woke” de Donald Trump, diversas compañías comenzaron a recortar sus metas y prácticas enfocadas en la sustentabilidad y Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI), lo que habría llevado a cortar lazos con la firma chilena.
“Sin ese apoyo clave, el modelo perdió viabilidad”, concluyó Moller en LinkedIn. Con todo, destacó que su modelo llegó a seis países, trabajaron con “8 marcas globales y 3 de los mayores retailers del mundo”, y que, con todo, “evitamos millones de envases plásticos y logramos cambiar los hábitos de consumo de miles de personas”.
“Por otro lado, tal vez para Algramo no sea el fin, ya que como parte del proceso de cierre, quizás alguien más quiera tomar la posta y darle a la marca una nueva etapa”, comentó.
Finalmente, el emprendedor dijo que seguirá como vicepresidente del Consejo “Zero Waste” de Naciones Unidas, además de señalar que están lanzando un estudio global y colaborativo de reutilización junto a Francisco Cerda, implementando soluciones de refill y asesorando en materia sustentable en varios países.