El ajedrecista noruego Magnus Carlsen, actual defensor del título en el Mundial de Rápidas, abandonó la presente edición que se disputa en la ciudad estadounidense de Nueva York después de que la federación internacional de su disciplina, la FIDE, no le emparejase en la novena ronda al negarse este al cambio de los jeans que llevaba puestos.
Amparándose en la normativa, el árbitro jefe le multó primero con 200 euros y posteriormente le instó a cambiarse de ropa para poder tomar parte en la siguiente ronda. El nórdico no aceptó e indicó que lo haría un día después, por lo que finalmente se cumplió con lo avisado por la FIDE.
Así las cosas Carlsen, que había arrancado mal el torneo y ocupaba la posición número 41, decidió no solo no participar en esa ronda sino también en las restantes. Además, en principio, y salvo solución improbable, tampoco estará entre los aspirantes del Mundial de partidas Relámpago que tendrá lugar los días 30 y 31 de diciembre.
“Es obvio que no ha sido el mejor torneo para mí. Ayer fue un día difícil, no estaba jugando bien, un poco fuera de control. Dormí bien y tuve un agradable encuentro para comer antes de venir aquí. Casi no tuve tiempo de subir a la habitación para cambiarme así que me puse una camisa, una chaqueta e incluso me cambié de zapatos, pero ni siquiera pensé lo de los jeans“, indicó Carlsen al hilo del incidente en declaraciones al canal de su propiedad ‘Take take take’.
Y luego se burló de la FIDE con una aparición en un medio de Europa, utilizando shorts, camisa y chaqueta. “La FIDE me tiene harto”, aseveró sin titubear. “Primero, me impusieron una multa de 200 dólares por llevar jeans. Luego, me prohibieron participar en la ronda nueve. Fue una reacción exagerada. Dije que no quería cambiarme en ese momento, pero que podía cambiarme mañana. No querían ceder, así que se convirtió en una cuestión de principios para mí”, comentó.
“Soy demasiado mayor a estas alturas para preocuparme mucho por estas cosas si eso es lo que quieren. Creo que es una cuestión de las dos partes, nadie ha querido recular y aquí estamos. Está bien por mi parte. Probablemente tenga que ir a algún sitio donde el tiempo sea más agradable que aquí, en Nueva York“, añadió molesto.
Por su parte, la FIDE se defendió en un comunicado: “Magnus Carlsen violó el código de vestimenta al usar jeans, que están explícitamente prohibidos según las regulaciones de larga trayectoria para este evento. El árbitro principal le informó de la infracción, le impuso una multa de 200 dólares y le pidió que se cambiara de vestimenta. Desafortunadamente se negó y, como resultado, no fue emparejado para la novena ronda. Esta decisión se tomó de manera imparcial y se aplica por igual a todos los jugadores”.
De hecho detalló que no fue el primer caso: “Ese mismo día Ian Nepomniachtchi también fue multado por violar el código de vestimenta al usar calzado deportivo. Sin embargo obedeció, se puso la vestimenta aprobada y continuó jugando en el torneo. Las normas del código de vestimenta son redactadas por miembros de la Comisión de Atletas de la FIDE, que está compuesta por jugadores profesionales y expertos. Estas reglas han estado vigentes durante años, son bien conocidas por todos los participantes y se les comunican antes de cada evento”.
En esa línea, la federación también expresó que el alojamiento de los jugadores está a poca distancia de donde se celebran las partidas, por lo que este no es un motivo para el incumplimiento de las reglas, pues facilita el cambio de vestimenta en el caso de que este sea solicitado.
Así las cosas, se vivió un nuevo episodio en la tensa relación que Carlsen mantiene con la FIDE y que va más allá de este incidente, pues el ajedrecista no ha jugado los dos últimos Mundiales de la modalidad clásica, que recientemente ganó el indio Dommaraju Gukesh y en la que él es cinco veces campeón, al no estar de acuerdo con las reglas.
Asimismo mantiene un tira y afloja a costa del llamado ajedrez ‘freestyle’, en el que la posición de las piezas en la primera fila se sortea minutos antes de cada partida. Es más, no dudó en deslizarlo en sus palabras tras lo acontencido en Nueva York: “Esta todo eso de perseguir a los jugadores también para que no firmen con Freestyle Chess, amenazándoles con que no podrán jugar el ciclo de los campeonatos del mundo si participan allí. Sinceramente, mi paciencia con ellos no era muy grande. Ellos pueden reforzar las normas, está bien por mi parte. Y mi respuesta es que estoy fuera y que les jodan”.
Esta última acusación tampoco quedó sin réplica pues Emil Sutovsky, CEO de la FIDE, difundió posteriormente en la red social X lo que ya había verbalizado en el propio ‘Take take take’: “La afirmación de que la FIDE amenazó a los jugadores que estaban dispuestos a participar en el Freestyle Chess Tour es mentira. Estuvimos encantados de cooperar, como cooperamos con el Grand Chess Tour, por ejemplo, para alinear los calendarios”.
“Lo único en lo que insistimos es que ninguna Serie o Tour puede considerarse Campeonato Mundial a menos que la FIDE lo apruebe. La FIDE es el organismo rector del ajedrez y cualquier Campeonato Mundial debe ser realizado o aprobado por la FIDE. Ningún jugador fue amenazado, y en ese sentido se le puede preguntar a (Dommaraju) Gukesh, Fabi (Caruana), Nodirbek (Abdusattórov) y otros”, agregó.