El 3 de diciembre de 2012 Jorge Sampaoli Moya fue presentado como el nuevo entrenador de la selección chilena de fútbol.

Al comienzo Sergio Jadue, quien en ese entonces estaba al mando de la ANFP, tenía cierto recelo por algunos trascendidos que le habían llegado sobre la manera del casildense de relacionarse con los dirigentes.

Es por eso que el calerano decidió reunirse personalmente con el argentino para tener una impresión real sobre su forma de trabajar en sus equipos.

Tras varias conversaciones, y con las recomendaciones de Sabino Aguad y la cercanía de Nibaldo Jaque con Sampaoli (a quien conoció tras su paso por O’Higgins) pavimentaron la llegada de Sampaoli a la selección nacional.

De ahí en adelante ambos personajes entablaron una estrecha relación que contaba con una cosa en común: el dinero.

Cada vez que existía un roce entre ambos, Jadue arreglaba las cosas con una mejora salarial en el contrato del ‘pelado’, como lo llamaba en los almuerzos o cenas.

De hecho, y según informó el periodista Gustavo Huerta en su libro “Jadue: historia de una farsa”, en dos años se firmaron 12 anexos de contrato entre la ANFP y Sampaoli. Algo no menor.

De hecho, el trasandino y su cuerpo técnico tenían dos contratos con el ente rector del fútbol nacional: uno por trabajo y otro por derechos comerciales vinculados a sociedades en paraísos fiscales.

“Ya no podía seguir trabajando en esas condiciones”

La sociedad de Sampaoli se llamaba Alta Like Investing Limited y tenía domicilio en las Islas Vírgenes Británicas.

En total, en todo el tiempo que el casildense estuvo en La Roja, obtuvo US$ 7.706.200 por concepto de sueldo, bonos, premios y regalías. Eso sin considerar los comerciales.

Es por eso que los cercanos a la administración de Jadue se extrañan de este desmarque de Sampaoli, debido a que el calerano se la jugó por su llegada y le aprobó cuando aumento de sueldo pidió.

Un ejemplo claro es la reciente demanda que el técnico de Santos le puso a la ANFP por 3 mil millones de pesos (como compensación), pues asegura haber sufrido perjuicios morales.

Y uno los argumentos de la demanda del argentino está relacionado con el daño que le genera que lo vinculen con la gestión de Sergio Jadue.

Ya el 2016 se había revelado la declaración judicial que hizo el entrenador por el nombrado caso del expresidente de la ANFP al fiscal Carlos Gajardo.

En el escrito, Sampaoli culpó al calerano de insistirle en realizar todas las operaciones monetarias en la Islas Vírgenes.

“Sergio Jadue, Oscar Fuentes (ex jefe jurídico de la ANFP), nos indican que había que formar una sociedad en el extranjero para recibir derechos de imagen. Nos dijeron que era muy costoso pagar todos los impuestos en Chile. Que así se había hecho con entrenadores anteriores. Nosotros nunca habíamos recibido el sueldo así”, explicó.

Además, el casildense desmintió de manera tajante haber firmado un contrato por 200 mil dólares, el cual consistía en dar un par de charlas y realizar una revisión de la malla curricular del Instituto Nacional del Fútbol.

“Yo no recuerdo haber firmado ese contrato, si bien aparece mi firma en una hoja en blanco al final. Es ridículo que se vayan a pagar 200 mil dólares por revisar una malla curricular”, aclaró.

Y como guinda de la torta, Sampaoli reveló que esas irregularidad que menciona fueron el detonante para que dejara finalmente la selección chilena.

“Yo sentí que se estaba tratando de desviar la responsabilidad en mi persona de todas las irregularidades que se habían hecho, ya no podía seguir trabajando en esas condiciones. Las sociedades en el extranjero las formé a solicitud de la ANFP”, cerró.

¿Le creen?