La FIFA dio un golpe a las sociedades anónimas deportivas (SAD) con un paso clave en su lucha por regular el mercado de fichajes. A partir de ahora, quedarán prohibidas las transferencias de futbolistas entre clubes que pertenezcan a un mismo grupo empresarial.
La nueva normativa apunta directamente a una práctica cada vez más común en el fútbol moderno: el movimiento fluido de jugadores entre equipos controlados por un mismo holding, lo que en muchos casos generaba ventajas deportivas y económicas difíciles de igualar para otras instituciones.
Según detalló el máximo organismo del fútbol mundial, la medida busca cumplir tres objetivos principales: evitar el acaparamiento masivo de jugadores, fomentar la firma de contratos más largos y dar mayor estabilidad a la carrera de los futbolistas.
Con este nuevo escenario, los grandes grupos empresariales que operan varios clubes a nivel internacional deberán rediseñar sus estrategias deportivas y comerciales. Ya no podrán mover jugadores libremente entre sus franquicias, por lo que deberán apostar más fuerte por sus divisiones juveniles o enfrentarse al mercado abierto para reforzar sus planteles.
Entre los conglomerados más afectados se encuentran City Football Group, Grupo Pachuca (holding mexicano que controla a Everton), Eagle Football Club y Red Bull, todos con presencia en varias ligas del mundo.
Y aunque la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) ha emitido comunicados indicando que no existe multipropiedad en el fútbol chileno, existen rumores y especulaciones sobre vínculos entre clubes, especialmente entre Universidad de Chile y Huachipato.