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Portugal derrotó a Turquía (0-3) con contundencia y sella su primer lugar en el grupo F de la Eurocopa. La selección lusa dominó el partido en Dortmund, con goles de Bernardo Silva y Bruno Fernandes, un autogol de Samet Akaydin y una asistencia de Cristiano Ronaldo. A pesar de jugar en casa, Turquía no pudo hacerle frente al juego imponente de Portugal, quien se mantiene invicto en la competición. Cristiano Ronaldo sigue haciendo historia a sus 39 años y Portugal ya está en octavos de final, demostrando ser un serio contendiente por el título.

Estresada al máximo en la primera jornada, culminada una agónica remontada que lo advirtió de forma inesperada, Portugal reaccionó, desbordó y derrotó con autoridad a Turquía (0-3) en la segunda para sentenciar de inmediato su primera posición del grupo F, entre los goles de Bernardo Silva y Bruno Fernandes, un tanto ridículo en propia puerta de Samet Akaydin y una asistencia de Cristiano Ronaldo.

La selección lusa lo controló casi todo este sábado en el volcánico Signal Iduna Park de Dortmund, una caldera en ebullición que rebajó sus decibelios cuando asumió la realidad: la lógica y expresiva superioridad de Portugal, cuyo juego fue irrebatible para el conjunto turco, que aún depende de sí mismo, consciente quizá de que la verdadera pugna por el pase será ante la República Checa.

Portugal, por su parte, vuela hoy por hoy por encima de Turquía y muchas otras selecciones. Remarcadas Francia, Alemania o Inglaterra como favoritas principales, el equipo dirigido por Roberto Martínez, ganador de cada uno de sus doce compromisos de competición oficial desde que asumió el cargo tras el Mundial de Qatar 2022, puede considerarse entre ellas.

No cambió nada de su once, que funcionó más rotundo. En otro tipo de partido, contra un adversario más abierto, menos cerrado como lo fue la República Checa, se sintió más vertical y más a su gusto, el elenco luso gozó de precisión en el momento clave.

En el minuto 21, un centro de Rafael Leao, derivó en la llegada de Bernardo Silva, cuyo zurdazo fue inabordable para el portero Altay Bayindir. Embocado el 0-1 por el volante del Manchester City, simplemente fue el resultado de la diferencia ya sobre el terreno.

El 0-2, apenas ocho minutos después, se lo regaló su rival. No hizo nada Portugal para lograrlo. Ni siquiera para que fuera una consecuencia paralela de un ataque propio. Mientras Cristiano Ronaldo le echaba la bronca a Bernardo Silva, aspavientos incluidos, porque le había dado el pase al revés de su desmarque, Samet Akaydin se marcó gol.

En la segunda mitad y mientras sonaba estruendoso el reclamo, ansioso, de la afición por ver a Arda Güler sobre el campo (salió a jugar en el minuto 70, ya con 0-3 en contra), Cristiano Ronaldo se quedó solo ante el portero, ante el gol que la habría dato otro de tantos récords (el goleador más veterano de la Eurocopa). Al lado corría Bruno Fernandes. Se la cedió para empujar el 0-3.

Un regalo de CR7, que alcanzó a Karel Poborsky como el mejor asistente de la Eurocopa.

Otra marca histórica para el líder de Portugal a sus 39 años, que ambiciona su segunda Eurocopa. De momento, ya está en octavos, con tantos recursos, al menos, como todos los competidores que se sienten favoritos. Ya espera a un tercero de grupo como rival.