Bravo para Gabriel Arias

Incluso antes de jugar ya recibía críticas. Pero los cuestionamientos se acrecentaron luego de su error ante Ecuador.

Gabriel Arias, portero titular de La Roja sorprendió a varios con sus declaraciones luego del paso de Chile a semifinales de la Copa América 2019, enfatizando en que los reproches recibidos defendiendo el arco nacional, han ido más allá de lo que deberían.

“Recibo muchas puteadas por redes sociales, muchas críticas, pero es feo, porque lo que importa es la persona, y mi familia son lo que viven de cerca y les afecta más a ellos que a mí. Ojalá podamos terminar con esto, no por mí, por mi familia”, pedía el guardametas de Racing tras la victoria por penales de Chile.

La puteada, ese místico desahogo contra un jugador cuando comete un error es algo tan característico del fútbol que, el que Arias, un arquero los reciba, no debería extrañar.

Pero, al igual que con toda cosa, tiene que haber un límite. Ya meterse con la familia, hijos, hermanos menores, padres o cualquiera sea el vínculo, es pasarse de ese límite.

Y aparte, ¿se merece tanta puteada el portero? El único error que le atribuyo es el penal ante Ecuador, que terminó en gol de ‘La Tri’, en un error en el timing que le permitió a un inofensivo rival anotar el empate transitorio. ¿Y cuál otro? En el juego aéreo ha respondido bien y por ahora no ha sido exigido mucho en cuanto a atajadas.

¿El gol ante Uruguay? Arias se la jugó y dio un paso hacia su izquierda esperando el centro a la mitad del área, Cavani no debía cabecear solo en el primer palo como lo hizo. No es responsabilidad suya.

¿No atajar penales ante Colombia? Cada portero tiene su táctica, su estudio previo para estas definiciones, tal vez si esperaba los remates antes de lanzarse pudo atajar alguno, pero hasta ahora no he conocido arquero que aguarde en todos los penales a que el jugador dispare y se terminan arrojando hacia un costado –un error, a mi parecer-.

Un error considerable en lo que va de Copa América, ¿por eso lo vamos a matar? Es injustificable para un puesto tan ingrato y en el que todos se equivocan. Claudio Bravo falló en los torneos de 2011 ante Venezuela, en 2015 ante México y ahí está, en el Manchester City y siendo pedido por varios hinchas para que vuelva a La Roja.

Los errores se redimen, los porteros se redimen. Si Arias falló ante Ecuador, puede brillar ante Perú o ante otro rival venidero. Con apenas cuatro partidos oficiales atajando, y siendo el mejor arquero chileno en este momento, se merece una segunda oportunidad, no un mar de puteadas que más encima afecten a su entorno.

Seamos como Arturo Vidal, y demostrémosle que cuenta con apoyo para que siga colocándose los guantes junto a la camiseta de La Roja con la mayor confianza posible.