Tiene 11 años y es multicampeona: Anaís Orellana, la "piloto del pueblo" chilena que mira a F1 Academy

“Yo comencé gracias a mis papás, porque también corrían”. Con esa frase, en apenas unos minutos la pequeña Anaís Orellana Ramos (11) muestra luces de una personalidad que, a temprana edad, la tiene yendo a fondo en la ruta de la élite del automovilismo mundial.

Con talento y empuje, la oriunda de La Florida puede decir que ha ganado tres campeonatos de karting en Chile: un Rotax, Rok Cup y IAME Series en 2023, una senda que ha seguido con el orgullo de representar a nuestro país y muchas veces, siendo la única mujer latinoamericana que compite en torneos junior de automovilismo en el extranjero.

La influencia, mas no obligación, viene de sus padres. Su mamá Karina, que solía correr, admite en diálogo con BBCL que “nunca pensamos que íbamos a llegar a este nivel”.

“La verdad de las cosas, todo esto fue porque la Anaís no tenía otra opción para otro deporte. Siempre nos las pasábamos en temas de los karting, en la preparación de autos de carrera… la Anais siempre desde chica demostró interés en el deporte motor y eso es también parte de lo que ha generado los resultados que hoy hay”, indicó.

Gonzalo, su padre, es quien supervisa el área mecánica de la novel competidora. Karina, en tanto, está a cargo de las redes sociales y a la vez, de gestionar auspiciadores.

Además de dichas tareas, el objetivo en común de su círculo familiar no es solo fomentar la pasión de su hija, sino también, algo más fundamental: que Anaís no se olvide de que aún es una niña.

“Siempre hemos tenido esa línea. Por ejemplo, en los entrenamientos la mayoría de las sesiones son durante todo el día, pero cada una de 15 minutos con un descanso de más de media hora. En esa media hora, la Anaís ve algunos detalles del auto, pero después siempre se va a jugar. En la casa es lo mismo, no es que estemos al cien por ciento en un proyecto Verstappen. Se respeta el tema. En el colegio, siempre lo he dejado a decisión de ella. Nos han tocado paseos de curso que coinciden con carreras, pero ella es quien elige”, asegura Karina Ramos.

Mundiales, campañas y reconocimiento de la FIA

En cuanto a financiamento, el primer recurso siempre es propio. Últimamente, y con resultados en la mesa, marcas como Santander, Mobil, León Automotriz, entre otras, han decido darle el clave espaldarazo monetario a la corredora, que este año se viralizó en redes a través de una campaña en la que buscaba auspicios para posteriormente, lucirlos en su buzo.

A partir de ahí, sus redes sociales y sobre todo, el apoyo a través de microfinanciación (crowfunding) mediante la plataforma Esponsor, sigue ascendiendo al igual que su carrera.

Sin ir más lejos, en 2023 fue la única niña participante en el Mundial de Karting de Bahrein.

Al año siguiente, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) le entregó un galardón en una ceremonia en Panamá en reconocimiento a su desarrollo.

En el balance del 2025 de Anaís Orellana, destaca una participación en los Motorsport Games, un vicecampeonato en el Sudamericano Rotax de Ecuador y un cuarto lugar en el Campeonato Argentino de Kart.

Antes, debió absorber una dura noticia: quedar fuera de fechas importantes del programa Champions of The Future (COTF), clave para llegar a la Academia de la Fórmula 1, por falta de recursos.

“Es frustrante para nosotros (como familia) y nosotros tratamos de envolverlo, para que no le replique a la Anaís. Es un obstáculo de poder llegar a una meta que claro es de una niña, es de una familia, pero que a largo plazo no es solamente de nosotros, sino que es una meta de muchos chilenos que se han ido sumando. Talento hay, pero sin más apoyo es complicado”, aseguró la representante de la joven.

Sin embargo, el sueño sigue en pie.

“Hoy en día hay muchas oportunidades para las mujeres y lo único que hay que hacer es tomarlas, pero para tomarlas se necesita financiamiento. Una de las cartas más seguras en el nivel latinoamericano en pilotos femeninas es Anaís. Espero que otras empresas se tiren un piscinazo en eso. Su carrera es un proyecto demasiado viable y va por muy buen camino. Otra Anaís no va a haber”, insiste su madre.

Por ahora, la prodigio nacional espera para dar el salto a lo que, a todas luces, promete un gran futuro para ella y nuestro país en el deporte tuerca.

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