—Le dijo al oído: “Te ves más linda que nunca”.
José Zárate Urra declaró a las 1:00 de la mañana del 17 de septiembre de 2025 ante Carabineros. La presencia policial no era casual: cuatro horas antes, el funcionario había amputado —de un mordisco— la oreja de Alejandro Cuminao Barros, su alcalde. El jefe comunal de Melipeuco terminaría las Fiestas Patrias internado en un hospital, con el pabellón de su oído izquierdo mutilado.
En su testimonio, Zárate contó su versión de los hechos. Dijo que un piropo de su superior a su pareja originó la reyerta. Que el alcalde por poco lo asfixia y que el mordisco fue en defensa propia. Una hipótesis que no fue compartida ni por fiscalía, ni tribunales, ni por la declaración de su propia conviviente. Esta última, sin complicarse, se excusó de que no vio nada.
Piropeo y mordida
La fiesta de la discordia comenzó a la hora de almuerzo. Cerca de las 13:00 horas, varios empleados de la municipalidad, alcalde incluido, llegaron hasta la casa de Zárate y su pareja. La idea era celebrar Fiestas Patrias en el domicilio de ambos. Cuando ya llevaban cerca de ocho horas de carrete, todo comenzó a irse por el despeñadero. Al menos así lo afirmó el propio denunciado.
—Alrededor de las 21:24 horas aproximadamente, me percato que el alcalde comienza a tener una actitud insinuada con mi pareja Verónica. Se acercaba a ella cada vez que bailaban y le dijo al oído: “Te ves más linda que nunca” —reza su declaración policial.
Esa fue la chispa. Zárate estaba bailando al lado de ellos. Al piropo, le siguieron entreveros verbales, golpes y hasta un intento de asfixia, cuenta el agresor.
—¡¿Qué te pasa con mi pareja?! —dice Zárate que le vociferó al alcalde.
De acuerdo al testimonio del funcionario municipal, el jefe comunal, en respuesta y “sin provocación alguna”, le asestó un puñetazo al pómulo izquierdo. El golpe le hizo caer de espalda.
—Al tratar de ponerme de pie, él se abalanzó sobre mí continuando con la agresión con golpes de puño dirigidos hacia mi rostro y cuerpo (…) En un momento de descuido me tomó el cuello con su mano izquierda, tratando de asfixiarme y a su vez golpeándome el rostro con su mano derecha.
Ahí fue cuando lo mordió:
—Sin tener posibilidad alguna de defenderme debido a que este me estaba aplastando con su cuerpo y en un momento en que se acerca a mí con su rostro procedí a morderle la oreja del lado izquierdo con mis dientes ya que no podía respirar.
Sin motivo justificado
El mordisco terminó en amputación. Todo el oído izquierdo del alcalde fue desmembrado de un bocado. Pese a la bestial agresión y a la detallada narración de los hechos, ninguno de los compañeros de labores que se encontraban en su domicilio respaldó la versión de Zárate.
Por ejemplo, una de los presentes aseguró que sin motivo aparente, Zárate se acercó al alcalde cuando terminó la actividad y lo atacó cuando se iba a despedir.
—Sin causa alguna le muerde la oreja izquierda al alcalde, cercenándosela. Motivo por el que se retira por sus propios medios en dirección al hospital.
El propio alcalde entregó un testimonio similar:
—Sin causa ni motivo justificado procedió a morder mi oreja izquierda cercenándola con sus dientes.
La pareja de Zárate, en tanto, se desentendió del asunto. Aseguró que estaba en otro lado de su domicilio y que sólo escuchó gritos. Cuando llegó a la escena, el alcalde se estaba marchando y su pareja estaba esperando que Carabineros llegara.
Prisión preventiva
En vista de estos antecedentes la fiscalía solicitó la prisión preventiva de Zárate. Primero, en el Juzgado de Garantía de Temuco donde la fiscal Nelly Marabolí le comunicó cargos por el delito de lesiones graves gravísimas. El juez Federico Gutiérrez acogió la solicitud y lo dejó en prisión preventiva.
Zárate apeló y la Corte de Apelaciones de esa ciudad ratificó la decisión.
El 17 de septiembre el municipio, a través de sus redes sociales, subió un comunicado asegurando que el alcalde se encontraba “estable y en buen estado de salud”.
“Como institución, condenamos enérgicamente cualquier acto de violencia, venga de donde venga”, sentenciaron.