El método Astete: los nexos, manuscritos y modus operandi del escurridizo líder de la RML

Si algo sabía hacer bien Federico Gerónimo Astete Catrileo, era escapar. El líder de la Resistencia Mapuche Lavkenche (RML) logró operar desde la clandestinidad durante casi siete años, tiempo en el que no sólo consiguió burlar a la justicia en más de una oportunidad, sino también encabezar —según la fiscalía— una serie de atentados incendiarios que terminaron con trabajadores y dueños de predios gravemente lesionados.

Su suerte, sin embargo, acabó de golpe este jueves. Según información recabada por BBCL Investiga, el Kiko o el Flaco, como es conocido en su entorno, era seguido de cerca por funcionarios de la PDI. Los detectives lo divisaron durante esa tarde entrando a su domicilio en el sector Pocuno de Cañete, un área con una posición estratégica que —cuentan conocedores de la investigación— le permitió en el pasado protagonizar sus escapes.

Allí, los funcionarios de la BIPE Antisecuestros esperaron que se hiciera de noche y aprovecharon la oscuridad del temporal que golpeó la provincia de Arauco para concretar la aprehensión.

Quienes han indagado al hombre de 35 años lo califican como un líder de bajo perfil, sin aspavientos, en cuyo domicilio —en un operativo anterior— encontraron detallados manuscritos que contenían seguimientos a causas judiciales en contra de sujetos de su interés.

De prófugo a liderar ataque al Molino Grollmus

De acuerdo a documentación tenida a la vista por esta Unidad de Investigación, el arresto de Astete se consiguió a las 23:35 horas de ayer jueves. La Brigada de Reacción Táctica de la PDI en Concepción irrumpió en el domicilio donde también residía su familia directa: lo encontraron sin oponer resistencia.

En total, el imputado registraba tres ordenes de detención pendientes: la primera por un ataque incendiario de mayo de 2017, donde estaba a espera de juicio; otra por el delito de asociación ilícita de 2022, por el que cayó su pareja, Claudia Nahuelan; y finalmente por el ataque al Molino Grollmus, de agosto del mismo año.

Respecto de este último caso, la evidencia en su contra es abundante. Su nombre es uno de los que más se repite en las declaraciones que seis víctimas y testigos protegidos y bajo reserva de identidad prestaron ante el Ministerio Público.

Todos apuntan a que el 29 de agosto de 2022, cerca de las 16:00 horas, una treintena de miembros y simpatizantes de la RML se dieron cita en una cancha de fútbol del sector Antiquina. Allí, según la indagatoria, Astete repartió armas de fuego, municiones y chalecos antibalas para luego dirigirse a quemar el inmueble que representaba un alto valor patrimonial.

El testigo reservado

MG8 es uno de los testigos reservados en la investigación del Molino Grollmus. En su testimonio ante el organismo persecutor dijo contar con información de primera mano del ataque, puesto que un involucrado que participó como “conte”, es decir, como contención y que prestó resguardo y cobertura durante el atentado, le había confidenciado los pormenores del asalto.

¿El actor principal? Justamente Astete. Según contó, fue él quien dio todas las instrucciones esa tarde en la cancha de Antiquina. Entre las armas repartidas figuraban revólveres, pistolas, escopetas, fusiles y una uzi.

En el ataque, el grupo disparó en, a lo menos, 444 oportunidades. Esto se sabe porque en el lugar se encontró igual número de casquillos. Esa evidencia permitió a los investigadores vincular ese armamento a hechos que datan incluso desde 2016. En total, a través del sistema balístico IBIS, se logró conectar esas armas a 13 ataques incendiarios e incluso explosivos desplegados en la provincia de Arauco.

Un lugar privilegiado

Las órdenes respecto de las comunicaciones durante el asalto eran claras: los participantes no podían llevar teléfono alguno. Por ello, Astete les entregó equipos radiales, para evitar cualquier intervención de los dispositivos personales que pudiera luego servir como prueba de sus coordinaciones.

Precisamente, en un allanamiento realizado por la PDI en tres domicilios vinculados a Astete, los detectives encontraron numerosos equipos y cargadores radiales. Ocurrió en enero de 2024, cuando los investigadores seguían los pasos de él y su pareja, Claudia Nahuelan, debido a un tour de atentados ocurrido en 2022 que dejó tres trabajadores heridos y siete máquinas destruidas. Al igual que como ocurrió en el ataque al Grollmus, los implicados llegaron vestidos con chalecos antibalas y portando armas de grueso calibre.

Por estos hechos, los detectives llegaron hasta el domicilio de Astete, en Pocuno, para lograr su detención. Pero el imputado advirtió de antemano los movimientos de los policías y, simplemente, se esfumó.

Según cuentan conocedores de las diligencias, su domicilio está erigido en una posición estratégica: está en la cima de un cerro, lo que permite observar cualquier movimiento inusual con antelación. Los mismos consultados cuentan que precisamente ese sector cuenta con una conexión privilegiada, lo que ofrece numerosas vías de escape por los bosques aledaños.

“Era su casa, así que conoce el lugar como la palma de su mano”, dice uno de los requeridos por BBCL Investiga.

En los meses siguientes, en a lo menos tres operativos, Astete volvió a protagonizar escapes en similares circunstancias.

El Coipo

La que no corrió la misma suerte en esa primera avanzada de la PDI fue Nahuelan. Madre de los dos hijos de Federico, la mujer cayó detenida mientras intentaba huir por una ventana. En el domicilio encontraron, además de los equipos radiales, manuscritos —presumiblemente propiedad de Astete— con información de interés policial. El más relevante corresponde a dos hojas cuadriculadas que contaban con seguimientos a causas penales contra personas que serían cercanas a Astete. Los documentos, escritos con un lápiz pasta azul, daban cuenta de órdenes de detención y fechas de recursos judiciales, entre otros detalles.

Durante ese mismo procedimiento, también fue detenido Javier Ramírez, a quien la fiscalía lo sindica como el financista de la RML. El Coipo, como es apodado este último, de acuerdo a la indagatoria, es una pieza clave en el engranaje de la organización, puesto que facilitaba la comercialización y blanqueo de la madera que el grupo robaba en la zona para costear sus operaciones.

Según declaró ante la fiscalía, Astete se dividía la provincia de Arauco con otras familias para explotar ilegalmente bosques que no eran de su propiedad.

“Conocí a Astete porque mientras trabajaba con los Cayuan se acercó a que yo le compre la madera. Las playas se dividían desde el camino antiguo hacia Bocuno, que era del Flaco, y del camino hacia el sur o hacia arriba, que eran de los Cayuan”, lanzó Ramírez.

En la provincia de Arauco, el círculo de quienes operan al margen de la ley es estrecho. Y es que la declaración del Coipo también revela sus vínculos con Nahuelan y los hermanos Antihuen, formalizados por el triple homicidio de carabineros en Cañete:

“Ella siempre me llamaba para pedirme plata y estaba obligado a hacerlo (…) También le pasé plata a Piby, que es Felipe Antihuen, para que se la llevara a su pareja Alejandra Parra Sáez, mientras estaba detenida”, desclasificó.

Oligarca ruso

Por si fuera poco, Ramírez además está vinculado al clan del Pollo Reyes, quien —según el organismo persecutor— amasó una fortuna a través de esa industria ilegal.

Por intermedio de su hijo, Reyes consiguió, por ejemplo, sacar del país, con destino a Estados Unidos, 2,1 millones de dólares (más de 2 mil millones de pesos). Lo hizo el 30 de agosto de 2024 a través del BCI con destino al Bank of New York Mellon. Esta última institución financiera ya había sido objeto de investigación, por mover más de 1.300 millones de dólares vinculados a Oleg Deripaska, un multimillonario ruso y aliado del presidente de esa nación, Vladimir Putin, conectado con el crimen organizado, según un reportaje del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), citado por Ciper.

“Trabajo de inteligencia”

Dólares aparte, tras su detención, Astete se negó a firmar cualquier acta de la PDI y fue trasladado hasta un SAR de Concepción para constar lesiones. Hoy viernes, en tanto, debió comparecer ante los juzgados de garantía de Cañete y de Lebu por los ataques del Molino Grollmus y en el sector de Los Ríos.

“La detención no responde a una casualidad ni a una suerte que hayan tenido los equipos policiales y de la Armada. Responde a un trabajo serio de inteligencia, muy dedicado, muy silencioso que finalmente da frutos”, celebró esta mañana la fiscal regional del Bío Bío, Marcela Cartagena.

El rol de líder de la RML ejercía el imputado Federico Astete Catrileo en los delitos por los que la Fiscalía lo investiga. Su desempeño a la cabeza de esa organización criminal quedó de manifiesto en los atentados a la familia Grollmus y a una faena en Villa Los Ríos en 2022. pic.twitter.com/OL4yvlc1ty

— Fiscalía del Bío Bío (@FiscaliaBioBio) April 25, 2025