El gobierno regional de Madrid, del conservador Partido Popular, comunicó la paralización de la tala de 1.027 árboles y la modificación del proyecto para ampliar una línea de metro.
Eso tras las protestas de ecologistas y vecinos para preservar un parque de la capital de España.
La determinación se tomó con el objetivo que el mayor número posible de ejemplares pueda ser trasplantado, por lo que se estudiará caso por caso.
Alrededor mil personas, según datos oficiales, el doble de acuerdo a las organizaciones ecologistas y vecinales convocantes, se manifestaron el pasado sábado en el parque madrileño del distrito de Arganzuela para protestar contra la tala, después que el día antes un tribunal negara la paralización cautelar de las obras.
A la protesta se sumaron partidos de izquierda, que acusan al alcalde de la ciudad, el conservador José Luis Martínez-Almeida, de no escuchar a los vecinos y de cometer durante su mandato un “arboricidio” con la tala de miles de árboles, a la vez que consideran “falsas” las promesas para trasplantarlos por parte del gobierno regional, del que depende el metro.
Los conservadores reprochan a la oposición que actúa por interés político más que en defensa del medio ambiente al no cuestionar proyectos del gobierno central, una coalición de izquierda, que también conllevan la pérdida de espacios verdes en la ciudad, de algo más de tres millones de habitantes.
