Desde plástico hasta cadáveres: monte Everest y K2, los "vertederos" más altos del mundo

Créditos: Twitter | @nimsdaiFNDN | National Geographic | www.nationalgeographic.com

Martes 30 agosto de 2022 | Publicado a las 12:16

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El monte Everest y K2 son dos de las montañas más famosas del mundo, las que albergan no solo experiencias, sino también toneladas y toneladas de basuras, que los propios alpinistas dejan a su paso, convirtiéndolas en los vertederos más altos del mundo.

El monte Everest o Chomolungma (madre de todo el universo), es una de las montañas más altas del mundo (8.849 m) y se ha convertido en el depósito de basura más alto de la tierra.

Según el ejército de Nepal, alberga unas 140 toneladas de residuos, 40 toneladas de excrementos humanos y más de 300 cadáveres.

Desde botellas de agua, latas, plásticos, cristales, cilindros de oxígeno, ropa e incluso carpas se pueden encontrar en el monte más famoso del mundo. Basura que los propios alpinistas dejan en el lugar donde vienen a encontrarse con la naturaleza.

La cantidad de personas que suben anualmente al Chomolungma ha crecido exponencialmente, lo que ha provocado que sea una de las razones del aumento de la basura en el sector -incluso- tal es la cantidad de montañistas que, prácticamente, debes sacar turno.

Lo anterior, ha generado discusión, ya que por un lado está el aporte económico que realiza el Everest y por el otro, está la responsabilidad de terminar la excursión con los mismos que subieron.

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Los problemas ambientales han puesto al Gobierno de Nepal en una situación compleja, debido que según Times, los escaladores del Everest aportan aproximadamente USD 300 millones a Nepal.

Lo que para el coronel Ranveer Singht Jamwal, un oficial del ejército indio y veterado escalador del Everest es “una gran cantidad de dinero para un país relativamente pobre como Nepal” dijo a CBS News.

Sin embargo, las autoridades encontraron una “solución” para no perder las ganancias que Chomolungma aporta. En 2014 optaron por aprobar una ley, la que dice que cada escalador debía recoger y bajar del monte con ocho kilos de basura.

En tanto, en 2019 se ejecutó una campaña, la que superó más de 10 mil toneladas de residuos recolectados.

En 2020, en pandemia, el gobierno Nepal aprovechó que los excursionistas no subían al Everest y realizaron distintas campañas para retirar los distintos desechos que se han acumulado a lo largo de los años, sin embargo, significó un golpe económico.

Incluso, en ese mismo año, un equipo de científicos encontró muestras de microplásticos cerca de la cima del Everest, a más de 8.000 metros de altitud, un ejemplo más del alcance de la contaminación provocada por los seres humanos.

Monte K2

El monte K2 es la segunda montaña más alta del mundo después del Everest, queda en la cordillera del Karakórum, en el Himalaya, en la frontera entre Pakistán y China y con el pasar de los años se ha hecho conocida.

Lo anterior, al igual que en el Everest ha provocado que millones de alpinistas dejen su basura tirada en los sectores del monte. Así lo capturó Flower Waganku Wayta Hirkawarmi en su cuenta de Instagram.

Así también lo hizo la fundación Nimsdai, donde comentó “la basura en K2 en el Campamento 2 fue tan mala este año, nuestro fundador @nimsdai casi vomitó por el olor. Los desechos y la basura caían en cascada por la ladera de la montaña”, indicó.

La cuenta Everest Today mostró en su cuenta de Twitter la cantidad de personas que sube diariamente al monte K2 y relató “K2, travesía cuello de botella. Esta sección de la subida es una locura. Pasas varias horas debajo de un acantilado de hielo gigante en una posición expuesta a más de 8200 m, 1/3 de los niveles normales de oxígeno y sabiendo que muchas personas se resbalaron y cayeron desde aquí”.

Por otro lago, es un peligro de permanecer entre 20 y 90 minutos en espera, que es el tiempo promedio de las filas, reduce las posibilidades de supervivencia.

Las personas corren el riesgo de quedarse sin oxígeno tan necesario para descender. Luego, algunos de los tanques de oxígeno son robados de manos de escaladores asignados, por aquellos escaladores que no se equiparon adecuadamente.

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