La Serena y Coquimbo podrían contar en los próximos años con su primera planta desalinizadora para consumo humano.
Eso porque la sanitaria Aguas del Valle inició los trámites ante el Servicio de Evaluación Ambiental para instalar una estructura de esa naturaleza en la zona con una inversión inicial estimada en US$181 millones.
De ver la luz verde, en una primera etapa, la medida permitirá respaldar el consumo humano de agua potable para la conurbación de La Serena con Coquimbo “y luego, de ser requerido, para otras localidades de la región”, indicaron desde la empresa en un comunicado.
La planta está proyectada para utilizarse como complemento durante los períodos en que las fuentes de agua dulce no puedan abastecer la demanda de agua potable.
Para su primera fase se espera que produzca 600 litros por segundo, eso para llegar a 1.200 litros por segundo en etapas posteriores.
Aunque el proyecto ingresó con urgencia, el gerente regional de la sanitaria, Andrés Nazer, confirmó que en los próximos se realizará un proceso de participación ciudadana formal para “escuchar y dar respuesta a las inquietudes de la comunidad”.
De recibir la aprobación, el inicio de la construcción de la planta desalinizadora estará sujeto a cómo evolucione la condición hídrica de las próximas temporadas.
Cuando parta, esta podría tomar entre dos a tres años.
“De mantenerse la adversa situación hídrica actual se proyecta iniciar la construcción en 2024 para comenzar a operar durante el 2026″, indicaron.
La planta estaría ubicada en sector sur de Coquimbo y hasta 78 mil familias podrían verse beneficiadas en la primera etapa.
