Detectan nuevo virus en pingüinos de la Antártica: podría transmitirse a humanos

Créditos: Contexto | Jon Sullivan

Martes 23 marzo de 2021 | Publicado a las 15:21

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Tras las expediciones efectuadas por el Instituto Antártico Chileno (INACH), un grupo de investigadores identificó la presencia de un nuevo virus para pingüinos antárticos y subantártico.

El equipo también incluyó a personal del Laboratorio de Virología Animal de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (Favet) de la Universidad de Chile.

Se trata del patógeno Orthoavulavirus Aviar 1 (AoaV-1), que provoca la enfermedad de Newcastle, una importante infección contagiosa propia de las aves de corral, y de la cual las aves migratorias pueden convertirse en una pieza clave en su transmisión como reservorio.

Para lograr conseguir el material de estudio, un equipo polar que incluía al Dr. Víctor Neira, académico e investigador del Laboratorio de Virología Animal de Favet, junto a Felipe Berríos, estudiante de la Facultad, recorrieron la Península Antártica en diferentes medios de transporte y con temperaturas de hasta -10°C bajo cero.

En total fueron 707 muestras de suero de cinco especies de pingüinos de la zona Antártica y Subantártica que logró recolectar el equipo especialista.

Cinco especies de pingüinos

El material fue analizado con la prueba de ELISA para detectar anticuerpos contra el patógeno AoaV-1, y con ello identificaron individuos positivos en todas las especies de pingüinos estudiadas.

Las muestras fueron tomadas en especies del tipo: adelia, papúa, barbijo, además del magallánico y pingüino rey, que cubre toda la gama de Magallanes y la Antártica.

El Dr. Neira explicó que encontraron evidencia en prácticamente todos, pero donde menos encontraron fue en el pingüino rey, lo que les llamó la atención, ya que convive con el magallánico, quien a su vez es el de mayor número.

De acuerdo con el académico, se observó que el pingüino de Magallanes, presentó una alta proporción de animales positivos, mayor al 30%, lo que podría sugerir que son reservorios de este virus.

En Antártida, los pingüinos presentaron una menor positividad, el pingüino de barbijo fue el más alto y tuvo un 7.5% de positivos.

Los sueros positivos interesantes solo se obtuvieron en las zonas subantártica y norte de la península Antártica, no observándose serorreactividad en las ubicaciones del sur de la península.

El virus de Newcastle

Felipe Berríos, egresado de Favet, ha participado en dos expediciones a la Antártica y explica que todo el equipo de Laboratorio participó en el análisis de las muestras en las que se detectó el virus Newcastle.

“Es un diagnóstico que aporta para crear una red de vigilancia en la que cada laboratorio puede acceder a esta información, y si alguien quiere saber más de este virus ya hay una base para generar aún más nuevos conocimientos”, expuso.

El Dr. Neira explica que se ha mejorado la técnica para encontrar este virus de Newcastle que ha existido por décadas en las aves silvestres y de corral. “Pensamos que debíamos cambiar la forma de búsqueda, hacerla de una manera mucho más eficaz”, señaló.

Afirmó que el virus puede estar veinte días en el animal, en cambio los anticuerpos pueden permanecer por meses.

En 2017, en un trabajo en conjunto con otros expertos, ya se habían descubierto virus similares, que denominaron Avian avulavirus 17, 18 y 19. Sin embargo, el AoaV-1, es el primer descrito y el más importante.

La enfermedad de Newcastle, una patología altamente contagiosa para todo tipo de aves, puede ser un problema importante en la producción de corral, ya que sus distintas cepas pueden causar desde un síndrome sistémico de mortalidad elevada hasta cuadros muy pasajeros o subclínicos.

El académico explica que todavía no tienen claro qué puede provocar en concreto ya que recién se está conociendo el virus. Sospechan que depende de la cepa y que deben continuar los estudios.

Un virus que puede transmitirse a humanos

Frente contexto de pandemia, surge la interrogante por la transmisión de este virus de Newcastle a los humanos.

El doctor Neira señala que sí puede transmitirse “esto es algo que es reconocido por todos los organismos oficiales. No es una enfermedad que se considere de un alto potencial zoonótico y pandémico, ya que se sabe que genera cuadros leves en humanos. Sin embargo, por sus potenciales implicancias en la vida silvestre, debe ser estudiada”.

La toma de muestras en la vida silvestre también permite la detección de otros virus presentes en los animales que pueden ser zoonóticos (enfermedades de animales a humanos).

Por lo mismo, deben ser estudiados en profundidad por su relevancia e implicancia en la transmisión a los humanos, bajo el enfoque de “Una Salud“: una mirada que integra la salud humana, animal y ambiental en beneficio de la salud pública.

Los primeros hallazgos de este estudio fueron publicados en la revista científica Transboundary and Emerging Diseases..

La realización de este estudio fue posible gracias al apoyo de INACH, la Corporación Nacional Forestal (Conaf) y el Parque Pingüino Rey; junto a las investigadoras Dra. Claudia Godoy y Naomi Ariyama, y el investigador Dr. Rafael Medina.

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