Pese a su ubicación en el sur del país y su fama de zona lluviosa, la región de Los Ríos presenta un 35% de déficit hídrico.
La disponibilidad ya ha evidenciado restricciones, sobre todo en los meses de otoño y bajo los efectos del cambio climático según expertos y personas que necesitan del recurso en zonas rurales, en donde las aguas son superficiales, de pozos noria o vertientes.
Para el Gobierno la situación se complica en dos frentes. El primero tiene que ver con la consecuencias sanitarias que puedan generar los problemas de abastecimiento de este recurso.
El segundo tiene que ver con el aumento de parcelaciones en las zonas peri urbanas, la construcción de viviendas y la llegada de familias que en muchos casos son abastecidas con camiones aljibes, como lo manifestó el intendente César Asenjo.
Al respecto, la autoridad indicó que establecieron coordinaciones entre las gobernaciones del Ranco y de Valdivia para que, en conjunto con los municipios, apliquen un documento de emergencia y se pueda asistir a dichos clanes con la extensión de los servicios de suministro básico, la cual es una medida transitoria.
No obstante, para Asenjo se debe proyectar una solución definitiva, asimilada en proyectos de Agua Potable rural, que en la zona alcanzan 138 unidades en funcionamiento, llegando a 100 mil personas.
Sin embargo, aún hay zonas como en la costa alta de Valdivia donde la población se abastece con agua de bidones, en plena pandemia.
