Son casi 75 años de historia que dejan poblaciones completas que se construyeron bajo el alero de la empresa. De hecho, algunas calles de Talcahuano mantienen nombres de trabajadores y ejecutivos destacados. Lo mismo ocurre hasta con un equipo de fútbol. Por eso, el cierre de la siderúrgica impactaría de sobre manera en la fuerza laboral de la región del Bío Bío.
El cierre indefinido de la empresa siderúrgica Huachipato, anunciado por su gerente general, Jean Paul Sauré, fue un mazazo para la región del Bío Bío, que significaría una crisis en la economía regional, impactando en la fuerza laboral.
Cabe mencionar que la usina, que dejaría de producir acero, comenzó su construcción en 1947, bajo el gobierno de Gabriel González Videla, y fue inaugurada en noviembre de 1950. Desde esa fecha, nunca dejó de producir acero y ahora, en septiembre, el alto horno se apagará. Solo quedaría pendiente la entrega de productos ya comprometidos.
Son casi 75 años de historia que dejan poblaciones completas que se construyeron bajo el alero de la empresa. De hecho, algunas calles de Talcahuano mantienen nombres de trabajadores y ejecutivos destacados. Lo mismo ocurre hasta con un equipo de fútbol.
Falta de acuerdo entre Huachipato y Moly Cop
Frente a esta situación, el gobierno quedó en una posición incómoda, ya que en la comisión antidistorsiones existió un voto político y no técnico para aplicar salvaguardias en primera instancia. De hecho, ahora en septiembre debería revisarse la medida definitiva por parte de la instancia.
El ministro de Economía, Nicolás Grau, aseguró que la decisión de la empresa siderúrgica “es muy devastadora para la región del Bío Bío” y acusó que “este es un problema que se debe principalmente a la incapacidad de Huachipato y Moly Cop de ponerse de acuerdo respecto nivel de ventas y un precio que era posible de lograr, dada las nuevas condiciones de mercado”.
Por su parte, los sindicatos de trabajadores de Huachipato no supieron de esta decisión hasta la mañana de este miércoles, una vez que fueron citados al casino de la empresa para explicarles que se dejará de producir acero y que el alto horno se apagará a mediados de septiembre.
El presidente del sindicato número 2 de los trabajadores de la usina, Fernando Orellana, reaccionó molesto frente a esta decisión de la empresa. “Vamos a luchar hasta el final. El Sindicato 1 y 2 hicimos un trabajo de joyería para poder mantener en pie (la empresa), y hoy nos encontramos con esta triste noticia”, dijo.
Estrés financiero e impacto en la fuerza laboral
El presidente del directorio de la compañía, Julio Bertrand, habló de “estrés financiero extremo”, es decir, pérdidas millonarias al día, cerca de un millón de dólares cada 24 horas, agregó que vieron un “alto riesgo operacional” lo que terminó con la toma de esta decisión.
Sin embargo aseguró que responderán a los trabajadores y también a los contratistas ante las seguras desvinculaciones que vienen en los próximos días.
“Nosotros vamos a cumplir a cabalidad con todos nuestros compromisos, con nuestros clientes. Tenemos compromisos de entrega que nos obligan a seguir operando hasta mediados o finales de septiembre. Vamos a cumplir con todos nuestros contratistas, en el término de esos contratos, y finalmente, vamos a cumplir con todos nuestros trabajadores, que es lo más importante que tenemos”, aseguró.
El cierre es definitivo, al menos en el corto y mediano plazo dijeron desde el directorio de la empresa. Mensaje demoledor para la comuna de Talcahuano, la que no será capaz de absorber dicha fuerza laboral.
Así lo dijo el alcalde de la comuna, Henry Campos, quien sostuvo que “necesitamos que el Estado intervenga, de alguna manera, para poder garantizar las compensaciones que son necesarias para aquellos trabajadores que puedan perder sus fuentes laborales”.
Las reacciones son ya innumerables por parte de diversos actores sociales de la región del Bío Bío, entre ellos gremios empresariales, parlamentarios y autoridades locales. De hecho, desde el Gobierno Regional se está planteando aplicar una especie de plan Marshall para ayudar a la economía regional.
Mientras que desde Instituto Chileno del Acero, mediante un comunicado, lamentaron la decisión de Huachipato, ya que se privará al país de acero de alta calidad para la construcción de obras de infraestructura y de viviendas.