El delito de ingreso irregular al país, el gran debate que se viene en el Congreso

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La ministra Carolina Tohá deberá enfrentar su primera interpelación en la Cámara, en medio de un frenesí legislativo por abordar temas de seguridad que no solo agitarán más las aguas al interior del Congreso, sino que evidenciarán aún más las diferencias en el interior del Gobierno.

El próximo martes 16 de mayo la Cámara de Diputadas y Diputados realizará una sesión especial, por la interpelación impulsada por Chile Vamos a la ministra del Interior, Carolina Tohá.

En la oposición acusaron mala ejecución de recursos públicos en seguridad, falta de agenda legislativa y ausencia de la autoridad en el Congreso, e incluso cuestionaron las pensiones otorgadas a víctimas de violaciones de Derechos Humanos durante el estallido social.

Para el Gobierno y el oficialismo, sin embargo, la acción tiene fines electorales.

Pero, lo primero a tomar en consideración de todo esto, es que la ministra Tohá en la última encuesta Cadem cayó diecisiete puntos. O sea, viene con problemas en cuanto a aprobación pública, lo que es un punto que miraron estos partidos de la oposición y de Chile Vamos principalmente.

A esto se suma que el Partido Republicano apoya esta gestión, pese a que recordemos la diferencia que hay entre Chile Vamos y el conglomerado liderado por José Antonio Kast, principalmente en la competencia electoral.

Evidentemente, ha habido problemas en la gestión de seguridad, no cabe la menor duda.

Y esto se agravó por la primera gestión en el Ministerio del Interior de Izkia Siches. Y en términos simples, lo que vino a hacer Carolina Tohá es apuntalar la estantería para que no se caiga todo y eso es lo que está haciendo en estos momentos.

Pero además, efectivamente, hay una cierta molestia en la Cámara de Diputados porque, según ellos, Carolina Tohá tiene mejores relaciones y se preocupa más del Senado que de la Cámara Baja.

Esto se explica porque la Cámara, más allá de todos los díscolos que hay, y de independientes, el Gobierno tiene más votos oficialistas en el Senado y, por lo tanto, hay que afirmar mucho las votaciones en el Senado.

Entonces da la impresión que se ha preocupado más del Senado que la Cámara de Diputados. De hecho, Tohá no va a la Comisión de Seguridad de la Cámara Baja, pese a que le han invitado varias veces y eso ha provocado la molestia en algunos porque se sienten un poco pasados a llevar o desestimados por parte de la ministra del Interior.

Y es cierto también en el tema de la Reforma a Carabineros, que es uno de los elementos centrales de este Gobierno, que el asunto no funciona, las reuniones no se producen y esto está en una especie de pausa impresionante por parte del Gobierno.

Principalmente, porque el Gobierno ha tenido que trabajar con Carabineros y, por lo tanto, esta reforma, que también molesta y provoca algún ruido al interior de Carabineros, no logra avanzar.

Recordemos que la interpelación no es una Acusación Constitucional, es simplemente un conjunto de preguntas que se hacen a un ministro de Estado para que las responda. Es una instancia formal ante en el Congreso.

Temas de seguridad, el trasfondo de la interpelación a Tohá

Aunque, llama la atención que esto ocurre al mismo tiempo que se pacta entre ambas presidencias del Congreso Nacional y el propio Ejecutivo, este avance FastTrack de una serie de proyectos en materia de seguridad, que son más de treinta y sin contar otras iniciativas que igual están avanzando por fuera.

No obstante, la mayoría de los proyectos generan discordia por cómo están comprendidos. Por ejemplo, en las reglas de uso de la fuerza, un proyecto que se supone que estaba acordado con mesas de trabajo conjunto.

Sin embargo, tras presentarse, no solo no fue del gusto de Chile Vamos, sino que incluso pidieron que fuera retirado.

Pero además, de los treinta proyectos de seguridad aproximadamente que se han presentado en materia de Seguridad, el Partido Comunista ya anunció que no le gustan doce y, por lo tanto, hay un nuevo problema al interior del oficialismo.

De hecho, en la discusión por el proyecto de usurpación, el Gobierno mostró su distancia para sancionar el delito de usurpación, agravando las penas, algo que anticipa un álgido debate en el Congreso.

Recordemos que fue en este debate donde se registró el incidente entre el presidente de la Comisión, Felipe Kast, y el actual ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Álvaro Elizalde.

El delito de ingreso irregular al país, el gran debate que se viene en el Congreso

Algo similar ocurre con el proyecto que considera delito el ingreso ilegal al país, donde también hay diferencias entre el Gobierno y la oposición. Y no solamente hay problemas del Gobierno que no quiere algunos proyectos, sino que el interior de coalición hay posiciones divididas y eso coloca en una difícil posición, obviamente, a Carolina Tohá.

Pero también se suman iniciativas como la del Partido Republicano, que busca ampliar la flagrancia hasta tres o cuatro días, para delitos violentos. Algo que también se discutió en la ley de usurpaciones de cuánto podría durar la flagrancia, por ejemplo, en la toma de terrenos.

Con respecto a la ley que establecería que es un delito el ingreso ilegal al país de extranjeros, se avizora otro problema, ya que al ser un delito, un migrante que ingrese de manera irregular a Chile deberá ser puesto a disposición de la Justicia y no ser reconducido como sucede actualmente.

En algún momento fue delito el ingreso ilegal al país y esa ley no se aplicó. Después se levantó esa ley, se eliminó, se modificó justamente porque no estaba logrando ningún resultado.

Entonces, ¿va a haber reconducciones, si es que el ingreso ilegal al país es un delito? ¿Se podrán hacer? Esas son las preguntas más allá si las reconducciones se están haciendo o no, si Bolivia lo permite o no.

Así las cosas, la verdad es que el Gobierno está absolutamente concentrado en la idea de que todo esto es un tema electoral.

Aunque, más allá de la contingencia, que obviamente está marcada por la seguridad, lo cierto es que todo apunta a que La Moneda, y principalmente su ministra del Interior, deberán seguir bregando, no solo con un Congreso hostil, sino contra sus propias diferencias que habitan en el palacio gubernamental, con una Carolina Tohá convertida prácticamente en una escudera del Gobierno.

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La ministra Carolina Tohá deberá enfrentar su primera interpelación en la Cámara, en medio de un frenesí legislativo por abordar temas de seguridad que no solo agitarán más las aguas al interior del Congreso, sino que evidenciarán aún más las diferencias en el interior del Gobierno.

El próximo martes 16 de mayo la Cámara de Diputadas y Diputados realizará una sesión especial, por la interpelación impulsada por Chile Vamos a la ministra del Interior, Carolina Tohá.

En la oposición acusaron mala ejecución de recursos públicos en seguridad, falta de agenda legislativa y ausencia de la autoridad en el Congreso, e incluso cuestionaron las pensiones otorgadas a víctimas de violaciones de Derechos Humanos durante el estallido social.

Para el Gobierno y el oficialismo, sin embargo, la acción tiene fines electorales.

Pero, lo primero a tomar en consideración de todo esto, es que la ministra Tohá en la última encuesta Cadem cayó diecisiete puntos. O sea, viene con problemas en cuanto a aprobación pública, lo que es un punto que miraron estos partidos de la oposición y de Chile Vamos principalmente.

A esto se suma que el Partido Republicano apoya esta gestión, pese a que recordemos la diferencia que hay entre Chile Vamos y el conglomerado liderado por José Antonio Kast, principalmente en la competencia electoral.

Evidentemente, ha habido problemas en la gestión de seguridad, no cabe la menor duda.

Y esto se agravó por la primera gestión en el Ministerio del Interior de Izkia Siches. Y en términos simples, lo que vino a hacer Carolina Tohá es apuntalar la estantería para que no se caiga todo y eso es lo que está haciendo en estos momentos.

Pero además, efectivamente, hay una cierta molestia en la Cámara de Diputados porque, según ellos, Carolina Tohá tiene mejores relaciones y se preocupa más del Senado que de la Cámara Baja.

Esto se explica porque la Cámara, más allá de todos los díscolos que hay, y de independientes, el Gobierno tiene más votos oficialistas en el Senado y, por lo tanto, hay que afirmar mucho las votaciones en el Senado.

Entonces da la impresión que se ha preocupado más del Senado que la Cámara de Diputados. De hecho, Tohá no va a la Comisión de Seguridad de la Cámara Baja, pese a que le han invitado varias veces y eso ha provocado la molestia en algunos porque se sienten un poco pasados a llevar o desestimados por parte de la ministra del Interior.

Y es cierto también en el tema de la Reforma a Carabineros, que es uno de los elementos centrales de este Gobierno, que el asunto no funciona, las reuniones no se producen y esto está en una especie de pausa impresionante por parte del Gobierno.

Principalmente, porque el Gobierno ha tenido que trabajar con Carabineros y, por lo tanto, esta reforma, que también molesta y provoca algún ruido al interior de Carabineros, no logra avanzar.

Recordemos que la interpelación no es una Acusación Constitucional, es simplemente un conjunto de preguntas que se hacen a un ministro de Estado para que las responda. Es una instancia formal ante en el Congreso.

Temas de seguridad, el trasfondo de la interpelación a Tohá

Aunque, llama la atención que esto ocurre al mismo tiempo que se pacta entre ambas presidencias del Congreso Nacional y el propio Ejecutivo, este avance FastTrack de una serie de proyectos en materia de seguridad, que son más de treinta y sin contar otras iniciativas que igual están avanzando por fuera.

No obstante, la mayoría de los proyectos generan discordia por cómo están comprendidos. Por ejemplo, en las reglas de uso de la fuerza, un proyecto que se supone que estaba acordado con mesas de trabajo conjunto.

Sin embargo, tras presentarse, no solo no fue del gusto de Chile Vamos, sino que incluso pidieron que fuera retirado.

Pero además, de los treinta proyectos de seguridad aproximadamente que se han presentado en materia de Seguridad, el Partido Comunista ya anunció que no le gustan doce y, por lo tanto, hay un nuevo problema al interior del oficialismo.

De hecho, en la discusión por el proyecto de usurpación, el Gobierno mostró su distancia para sancionar el delito de usurpación, agravando las penas, algo que anticipa un álgido debate en el Congreso.

Recordemos que fue en este debate donde se registró el incidente entre el presidente de la Comisión, Felipe Kast, y el actual ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Álvaro Elizalde.

El delito de ingreso irregular al país, el gran debate que se viene en el Congreso

Algo similar ocurre con el proyecto que considera delito el ingreso ilegal al país, donde también hay diferencias entre el Gobierno y la oposición. Y no solamente hay problemas del Gobierno que no quiere algunos proyectos, sino que el interior de coalición hay posiciones divididas y eso coloca en una difícil posición, obviamente, a Carolina Tohá.

Pero también se suman iniciativas como la del Partido Republicano, que busca ampliar la flagrancia hasta tres o cuatro días, para delitos violentos. Algo que también se discutió en la ley de usurpaciones de cuánto podría durar la flagrancia, por ejemplo, en la toma de terrenos.

Con respecto a la ley que establecería que es un delito el ingreso ilegal al país de extranjeros, se avizora otro problema, ya que al ser un delito, un migrante que ingrese de manera irregular a Chile deberá ser puesto a disposición de la Justicia y no ser reconducido como sucede actualmente.

En algún momento fue delito el ingreso ilegal al país y esa ley no se aplicó. Después se levantó esa ley, se eliminó, se modificó justamente porque no estaba logrando ningún resultado.

Entonces, ¿va a haber reconducciones, si es que el ingreso ilegal al país es un delito? ¿Se podrán hacer? Esas son las preguntas más allá si las reconducciones se están haciendo o no, si Bolivia lo permite o no.

Así las cosas, la verdad es que el Gobierno está absolutamente concentrado en la idea de que todo esto es un tema electoral.

Aunque, más allá de la contingencia, que obviamente está marcada por la seguridad, lo cierto es que todo apunta a que La Moneda, y principalmente su ministra del Interior, deberán seguir bregando, no solo con un Congreso hostil, sino contra sus propias diferencias que habitan en el palacio gubernamental, con una Carolina Tohá convertida prácticamente en una escudera del Gobierno.