Solo dos días restan para que comience la Copa Mundial de Fútbol en Qatar, una nación arábe que ha dado mucho que hablar los últimos días debido a la serie de restricciones y normas que deben cumplir quienes asisten al campeonato.
Bajo esa mirada, en una nueva edición del Podría ser peor, conversamos con el Doctor en Historia y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, Fernando Wilson.
Cultura Qatarí y occidente
“Hay situaciones que los occidentales no entienden de Qatar, es una sociedad que está en plena transición con un sultán que tiene visión pro occidental y una sociedad que tiene una anomalía política y cultural respecto a sus grandes vecinos. Siempre han sido un puente entre el mundo persa y el mundo árabe”, explicó el académico.
“Han buscado la inserción global a través de un fuerte patrocinio a la cultura en términos generales. Tienen museos de arte islámico tradicional, también muy ricamente equipados”, complementó.
Y agregó: “La sociedad Qatarí es tremendamente conservadora en términos de costumbre de vida. La población es cerca de 4 millones de persona pero qataríes son solamente 315.000, el resto son inmigrantes laborales que tienen que adaptarse a las condiciones que las tribus tradicionales cataríes imponen y son tremendamente conservadoras”.
Copa Mundial de Fútbol
“Es un choque de dos mundos, el régimen Catarí está tratando de blanquearse a través del deporte en este problema que tiene entre los dos mundos musulmanes. El mundial de futbol es el broche de oro y esto va a suponer va a producir problemas con la sociedad local”, postuló.
“Cuando algunos hinchas con no demasiado sentido común vayan a desarrollar patrones de conductas que lamentablemente son habituales, pero que en Qatar son criminales, aberrantes y pueden generar problemas políticos, será un grave problema”, advirtió sobre las normas del país.
Sobre los derechos de las mujeres en dicha nación, afirmó: “Es inexistente, un gran avance que se dio en el contexto del movimiento fue que se les permitió estudiar 4 carreras universitarias y conseguir licencia de conducir y algunas concesiones menores como por ejemplo salir sin la compañía de un familiar masculino o su marido”.