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Se aproximan las fiestas patrias y ya se siente el aroma primaveral; aparecen las ganas de bailar un pie de cueca y de disfrutar las tradiciones chilenas que cobran vida en esta época, cuya práctica se mantiene más allá de estas fechas, como la rayuela.

El folclórico juego que disfrutamos en las ramadas y fondas durante septiembre, que es apto para todas las edades y que es considerado deporte nacional, en la actualidad no se limita a septiembre.

La Federación Deportiva Nacional de Rayuela se ha encargado de mantener esta práctica activa durante todo el año a lo largo del país, y busca concientizar sobre este deporte histórico, con reglas y campeonatos, que merece mantenerse vigente.

En conversación con Expreso Bio Bío, el Secretario de la Federación Deportiva Nacional de Rayuela, Sergio Quiroz, y el Presidente de la Asociación de Rayuela de Viña del Mar, Andrés González, comentan que la rayuela es un deporte con reglas estructuradas, y que al mostrarse como una actividad recreativa, ha perdido su seriedad.

“La rayuela tiene una disciplina muy linda, y al presentarse como algo recreativo, pierde su seriedad“, dice González, refiriéndose a que es un deporte con reglas que se deben respetar, como las distancias y la vestimenta.

“Los árbitros laterales deben saber el reglamento, y compiten con los lanzadores (…) la cancha tiene que estar a nivel y la línea del centro va a marcar el nivel de lanzamiento”, precisó Quiroz.

El desafío de salvar la rayuela

Lamentablemente, los miembros de la Federación advierten que este deporte se encuentra en peligro de extinción por falta de recursos económicos y materiales.

“Este deporte se está perdiendo. Hay muy pocas personas que fabrican tejos. Casi no existen” asegura González, destacando que conseguir tejos es muy caro, pues los fabricantes cobran por hora.

“Un tejo está costando cerca de 100 mil pesos. Además, tenemos un aporte directo del Instituto Nacional de Deportes que son 25 millones anuales, y no alcanza para alimentar a 500 personas o pagar alojamientos”, añadió Quiroz.

Un juego que es parte del patrimonio cultural y el deporte nacional, que a pesar de perder protagonismo frente a otras actividades, la Federación Nacional de Rayuela busca demostrar que sigue viva y con futuro.