Fin de los guetos en E. Central: experto y apuesta "mal hecha" que dejó de lado bienestar de vecinos
Foto autor

Diego Álvarez Calvo

Periodista de contenido audiovisual

Foto autor

Diego Álvarez Calvo

Periodista de contenido audiovisual

visitas

Ética y transparencia de BioBioChile

VER RESUMEN

Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El decano de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad Central, Uwe Rohwedder, calificó de devastador el impacto de los "guetos verticales" en Estación Central, mencionando la comuna como un caso de desregulación que permitió la edificación de mega edificios de más de 30 pisos. El nuevo Plan Regulador Comunal busca limitar la altura a 12 pisos, generando preocupación por la posible escasez de viviendas en el futuro. Rohwedder destaca la falta de consideración por el bienestar de la comunidad y la sobrepoblación resultante, señalando la necesidad de intervenir para mejorar la calidad de vida en estos espacios.

Se destruyó “una vida de barrio”, dijo Uwe Rohwedder, decano de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad Central, respecto a los denominados guetos verticales que se construyeron en Estación Central.

Lo anterior, debido al primer Plan Regulador Comunal (PRC) que se presentó en la comuna, que busca frenar la construcción indiscriminada de estos mega edificios, estableciendo alturas máximas de hasta 12 pisos.

Esta regulación, según diferentes proyecciones, traería consigo una serie de efectos, ya que, incluso, se habla de que se agotaría la oferta de viviendas en 12 meses.

Radiografía a los guetos verticales de Estación Central

En conversación con el Expreso Bío Bío, Rohwedder planteó que es “bienvenido que haya un plan regulador ahora”, ya que “el resultado de esto es una desregulación completa de muchísimos años atrás, que permitió que pasara lo que pasó: se densificó con edificios que llegaban, incluso, a más de treinta pisos en altura”.

“En algún momento esto fue bien visto porque había una capacidad de invertir, de hacer buenos negocios. Pero, se dejó de lado el bienestar de un barrio o, en general, de lo que significa habitar bien”, agregó.

En ese sentido, apuntó a que “estas eran calles con edificaciones de dos pisos, de fachada corrida, y se transforma en estos gigantes edificios que ocupan las midmas calles, sin mucho equipamiento. Evidentemente, se transformó en algo bastante caótico”.

Asimismo, el decano de la UCEN señaló que “hubo mucha permisividad de parte de los municipios de turno respecto a cómo se arrendaron y subarrendaron estos edificios, y se generó una sobrepoblación, incluso, en los propios edificios”.

En la misma línea, comentó que hoy existen diferentes regulaciones que no estuvieron pensadas cuando se construyeron: “hay que agregarle también que las normas respecto a ciertos estándares de construcción cambiaron, respecto al propio tema del ruido; hoy hay que invertir un poco más para que la calidad de la vida, en general, mejore un poco”, dijo.

Además, el experto graficó que en los lugares donde se levantaron estos guetos verticales, las plazas urbanas “hoy no existen; tenemos calles urbanas que hoy están sobrepobladas de autos. O sea, no existe la vida comunitaria. Existen lugares para vivir que son verdaderos guetos”.

“En su época, a nadie le importó esto. Vino la pandemia y nos dimos cuenta un poco más del problema de la desregulación”, añadió

“Una apuesta bastante mal hecha”

Por otro lado, tras ser consultado sobre los efectos que tendría el nuevo PRC, considerando que muchos de estos departamentos fueron comprados porque “se pagaban solos”, con el arriendo, Rohwedder planteó que “todo esto, como también fue noticia durante años, hace que la rentabilidad hoy no sea la misma, versus que hoy el metro cuadrado de construcción está más caro. Entonces, evidentemente vemos un freno”.

Sin embargo, fue enfático en que es “algo que todavía necesita la intervención (…) Más allá de que pongamos nuevos edificios, todavía queda un poco de ocuparse de lo que hay. Aquí hay un tema de la calidad de vida de los habitantes que sigue siendo un problema”.

Lo anterior, considerando los ruidos molestos, el mal vivir y las incivilidades que se registran a diario en estas edificaciones.

“Se transformaron en edificios multiculturales, donde vive gente de distintas nacionalidades, que tienen culturas distintas, y nunca fueron pensados así”, aseguró.

De esta manera, el experto señaló que “en un momento fueron muy rentables, pero fue una apuesta bastante mal hecha, porque hoy estamos viendo algo al revés. Destruimos una vida de barrio. En muchos de estos lugares, hoy, nadie quiere ir a vivir, y desde el punto de vista del que quiere invertir o seguir construyendo, se encuentra con ‘restricciones"”.

Frente a la problemática, Rohwedder sostuvo que “lo que tenemos que buscar en estos barrios ya construidos, que tenemos uno en San Miguel, en Estación Central, es cómo generar un ancho, que la calle vuelva a tener equipamiento, un área verde”, entre otras cosas.

“Que a nivel de calle haya un cambio, que haya áreas verdes, jardín infantil, salas cunas, recuperar colegios; reconstruir un poco a partir de lo que tenemos”, continuó.

Asimismo, apuntó a que “falta plan de intervención urbana, de devolver calidad de vida. A partir de eso, creo que podemos volver a valorizar vivir en estos lugares… Y que seguir construyendo tenga sentido”.

Revisa todos los detalles en la entrevista completa.

LO MÁS VISTO