Protocolo por balacera afuera de jardín infantil: "Tenemos que resguardar para prevenir"

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En el Jardín Nuestra Señora de la Victoria de Pedro Aguirre Cerda, las educadoras de párvulos han tenido que idear diversas estrategias para resguardar a niños y niñas en medio de constantes balaceras que se desarrollan en el exterior.

Con un juego cantado, protegen a los niños mientras pasa el peligro.

Para hablar sobre este tema, tomamos contacto con Rossani Lagos, Educadora de Párvulos del Jardín Nuestra Señora de la Victoria.

“No nos había sucedido tan cerca, pero lamentablemente hemos tenido que hacer estos protocolos. Para nosotros es doloroso e inquietante, tenemos que resguardar para prevenir. Dentro de nuestra población, puede suceder que balas locas maten a alguien”.

“No es fácil trabajar de esta manera, pero tenemos la convicción que estamos con la confianza de la familia. Tenemos el amor por los niños y niñas que es lo más importante”.

“Estamos escuchando relatos de violencia, ellos se dan cuenta que algo está pasando que no es lo habitual. Se produce una sensación de inquietud. Es inevitable que ellos lo perciban. Tenemos que cambiar el lenguaje y hablar de espacios de paz que es lo que nosotros necesitamos”.

“Hemos sido bendecidas y reconocidas por estar en este espacio. Tenemos muchas alegrías de jóvenes, niños y niñas que han estado en este jardín y son profesionales, gente destacada. Son libres para buscar el bien común. Hay algunos que se han perdido, entran en la droga y no pueden salir. Lloramos cualquier muerte venga de donde venga, son nuestro vecinos, los niños que atendimos en algún momento. No podemos estar mutilando el futuro de niños y niñas”.

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En el Jardín Nuestra Señora de la Victoria de Pedro Aguirre Cerda, las educadoras de párvulos han tenido que idear diversas estrategias para resguardar a niños y niñas en medio de constantes balaceras que se desarrollan en el exterior.

Con un juego cantado, protegen a los niños mientras pasa el peligro.

Para hablar sobre este tema, tomamos contacto con Rossani Lagos, Educadora de Párvulos del Jardín Nuestra Señora de la Victoria.

“No nos había sucedido tan cerca, pero lamentablemente hemos tenido que hacer estos protocolos. Para nosotros es doloroso e inquietante, tenemos que resguardar para prevenir. Dentro de nuestra población, puede suceder que balas locas maten a alguien”.

“No es fácil trabajar de esta manera, pero tenemos la convicción que estamos con la confianza de la familia. Tenemos el amor por los niños y niñas que es lo más importante”.

“Estamos escuchando relatos de violencia, ellos se dan cuenta que algo está pasando que no es lo habitual. Se produce una sensación de inquietud. Es inevitable que ellos lo perciban. Tenemos que cambiar el lenguaje y hablar de espacios de paz que es lo que nosotros necesitamos”.

“Hemos sido bendecidas y reconocidas por estar en este espacio. Tenemos muchas alegrías de jóvenes, niños y niñas que han estado en este jardín y son profesionales, gente destacada. Son libres para buscar el bien común. Hay algunos que se han perdido, entran en la droga y no pueden salir. Lloramos cualquier muerte venga de donde venga, son nuestro vecinos, los niños que atendimos en algún momento. No podemos estar mutilando el futuro de niños y niñas”.