Comprendiendo el síndrome del intestino irritable: "El dolor abdominal no podemos tomarlo a la ligera"

visitas

Ética y transparencia de BioBioChile

El síndrome de intestino irritable es una condición que afecta a un porcentaje significativo de la población, y su diagnóstico y tratamiento son fundamentales para mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen. En esta ocasión, Loreto Álvarez conversa con la Dra. Paulina Núñez, gastroenteróloga del Centro de Enfermedades Digestivas de la Clínica Universidad de los Andes, para profundizar en este tema.

Durante la entrevista, la Dra. Núñez explica que el síndrome de intestino irritable (SII) se caracteriza por un conjunto de síntomas que incluyen dolor abdominal, cambios en la frecuencia y consistencia de las deposiciones. “Como dice el nombre, síndrome de intestino irritable significa que son un conjunto de síntomas. Esto tiene que estar presente el dolor, al menos una vez por semana, por los últimos tres meses”, señala la especialista.

La Dra. Núñez destaca la importancia de descartar otras enfermedades antes de llegar a un diagnóstico de SII. “Es un síndrome de descarto. Uno tiene que descartar algunos tipos de enfermedades antes de decir, efectivamente tengo un colon irritable”, aclara. Además, menciona que este síndrome afecta aproximadamente al 15% de la población, siendo más frecuente en mujeres mayores de 40 años.

La conversación también aborda la confusión que puede surgir al interpretar los síntomas del SII. “¿Quién no ha tenido dolor abdominal? ¿Quién no ha tenido episodios de diarrea o de constipación? Pero esto tiene que ser prolongado en el tiempo”, explica la Dra. Núñez, enfatizando que la periodicidad de los síntomas es clave para el diagnóstico.

En cuanto a los factores que pueden desencadenar el SII, la Dra. Núñez menciona el estrés como un elemento significativo. “El estrés son gatillantes para tener esta condición o síndrome intestino irritable. Es decir, cómo yo reacciono, mi intestino también reacciona a mi cerebro”, afirma, subrayando la conexión entre la salud mental y la salud digestiva.

La alimentación también juega un papel crucial en el manejo del SII. “Nosotros lamentablemente estamos consumiendo más procesados y ultraprocesados. Eso significa que se utilizan algunas sustancias que permiten que se preserve por más tiempo, y eso ha llevado a que se active nuestro sistema de defensa”, advierte la Dra. Núñez. Recomienda priorizar una dieta rica en frutas, verduras y alimentos naturales para ayudar a prevenir los síntomas.

Finalmente, la Dra. Núñez concluye que, aunque el SII es una condición que puede persistir a lo largo del tiempo, existen tratamientos y estrategias que permiten a los pacientes manejar sus síntomas de manera efectiva. “Habitualmente se mantiene en el tiempo, pero las personas pueden saber manejarlo. Me va a venir una crisis, tienen los medicamentos para controlarlo”, asegura.

Esta entrevista resalta la importancia de la educación y la comprensión del síndrome de intestino irritable, así como la necesidad de un enfoque integral que incluya tanto el tratamiento médico como cambios en el estilo de vida.

    visitas

Ética y transparencia de BioBioChile

El síndrome de intestino irritable es una condición que afecta a un porcentaje significativo de la población, y su diagnóstico y tratamiento son fundamentales para mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen. En esta ocasión, Loreto Álvarez conversa con la Dra. Paulina Núñez, gastroenteróloga del Centro de Enfermedades Digestivas de la Clínica Universidad de los Andes, para profundizar en este tema.

Durante la entrevista, la Dra. Núñez explica que el síndrome de intestino irritable (SII) se caracteriza por un conjunto de síntomas que incluyen dolor abdominal, cambios en la frecuencia y consistencia de las deposiciones. “Como dice el nombre, síndrome de intestino irritable significa que son un conjunto de síntomas. Esto tiene que estar presente el dolor, al menos una vez por semana, por los últimos tres meses”, señala la especialista.

La Dra. Núñez destaca la importancia de descartar otras enfermedades antes de llegar a un diagnóstico de SII. “Es un síndrome de descarto. Uno tiene que descartar algunos tipos de enfermedades antes de decir, efectivamente tengo un colon irritable”, aclara. Además, menciona que este síndrome afecta aproximadamente al 15% de la población, siendo más frecuente en mujeres mayores de 40 años.

La conversación también aborda la confusión que puede surgir al interpretar los síntomas del SII. “¿Quién no ha tenido dolor abdominal? ¿Quién no ha tenido episodios de diarrea o de constipación? Pero esto tiene que ser prolongado en el tiempo”, explica la Dra. Núñez, enfatizando que la periodicidad de los síntomas es clave para el diagnóstico.

En cuanto a los factores que pueden desencadenar el SII, la Dra. Núñez menciona el estrés como un elemento significativo. “El estrés son gatillantes para tener esta condición o síndrome intestino irritable. Es decir, cómo yo reacciono, mi intestino también reacciona a mi cerebro”, afirma, subrayando la conexión entre la salud mental y la salud digestiva.

La alimentación también juega un papel crucial en el manejo del SII. “Nosotros lamentablemente estamos consumiendo más procesados y ultraprocesados. Eso significa que se utilizan algunas sustancias que permiten que se preserve por más tiempo, y eso ha llevado a que se active nuestro sistema de defensa”, advierte la Dra. Núñez. Recomienda priorizar una dieta rica en frutas, verduras y alimentos naturales para ayudar a prevenir los síntomas.

Finalmente, la Dra. Núñez concluye que, aunque el SII es una condición que puede persistir a lo largo del tiempo, existen tratamientos y estrategias que permiten a los pacientes manejar sus síntomas de manera efectiva. “Habitualmente se mantiene en el tiempo, pero las personas pueden saber manejarlo. Me va a venir una crisis, tienen los medicamentos para controlarlo”, asegura.

Esta entrevista resalta la importancia de la educación y la comprensión del síndrome de intestino irritable, así como la necesidad de un enfoque integral que incluya tanto el tratamiento médico como cambios en el estilo de vida.