Científico chileno explica cómo funciona pulsera que detecta emociones: "Es inteligencia artificial"

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El estudio e identificación de las emociones ha representado uno de los grandes desafíos en materia de investigación para la ciencia. En Chile, actualmente está en desarrollo un dispositivo que busca detectar estos sentimientos en las personas. Se trata de la pulsera “Biomonitor V3.0” y fue creada por un grupo de investigadores de la Universidad de Chile.

En esta oportunidad conversamos con el académico de Ingeniería Industrial e investigar de ISCI, Ángel Jiménez, quien también es uno de los desarrolladores de este proyecto y nos cuenta sobre su funcionamiento y propósito.

Biomonitor V3.0

Respecto a la pulsera que detecta emociones, Jiménez menciona que: “Es un dispositivo electrónico que tiene como objetivo la captura con alta frecuencia de señales psicofisiológicas. Clasifica tu estado emocional en diferentes situaciones y es como usar un reloj ya que te acostumbras”.

“Esto es inteligencia artificial. Estas señales alimentan un algoritmo de aprendizaje de máquinas. Estamos hablando de 100 muestras por segundo”.

Respecto a las señales físicas que puede identificar la pulsera, el investigador afirma que: “Nuestro dispositivo tiene dos electrodos que miden la diferencia en la tensión entre dos puntos. Se puede determinar la mayor conductividad eléctrica en la piel que tradicionalmente conocemos como la piel de gallina”.

Diferentes escenarios

El académico señala que ya se han hecho experimentos supervisados en algunos sectores, tales como el transporte. “Se ha aplicado en nuestro país en un plan piloto, por ejemplo en el transporte público. Este tipo de mediciones vienen a complementar la manera tradicional que se tiene de levantar los requerimientos y diseñar los sistemas”.

“Se aplicó a 55 personas en un circuito definido del Transantiago y en los trasbordos identificamos varias personas de la muestra que mostraron emociones de valencia negativa relacionadas con incomodidad”, subrayó.

Por otro lado Jiménez manifiesta su interés de incorporar este aparato eléctrico en otros rubros. “La visualizamos insertada en diversas industrias como el transporte, la salud y la educación. También en el estudio del comportamiento del consumidor como el marketing”.

“Hay un experimento respecto a la salud mental, nuestra idea es solicitarle a un paciente clínico cual es su estado emocional, nivel de irritabilidad, cansancio y otras variables relevantes”, dijo.

Proyecciones e importancia del proyecto

Para cerrar el profesional remarcó en lo relevante del estudio de las emociones para el contexto actual en el que vivimos. “Es un avance tanto en la teoría como la practica, tiene más importancia todo lo que tiene que ver con el mundo afectivo en todos los ámbitos”.

“Es importante entender los conceptos. Tenemos que ir a los estados afectivos y cognitivos para entender a las personas”.

“Estamos abiertos a hacer una transferencia a la tecnología”, concluyó.

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El estudio e identificación de las emociones ha representado uno de los grandes desafíos en materia de investigación para la ciencia. En Chile, actualmente está en desarrollo un dispositivo que busca detectar estos sentimientos en las personas. Se trata de la pulsera “Biomonitor V3.0” y fue creada por un grupo de investigadores de la Universidad de Chile.

En esta oportunidad conversamos con el académico de Ingeniería Industrial e investigar de ISCI, Ángel Jiménez, quien también es uno de los desarrolladores de este proyecto y nos cuenta sobre su funcionamiento y propósito.

Biomonitor V3.0

Respecto a la pulsera que detecta emociones, Jiménez menciona que: “Es un dispositivo electrónico que tiene como objetivo la captura con alta frecuencia de señales psicofisiológicas. Clasifica tu estado emocional en diferentes situaciones y es como usar un reloj ya que te acostumbras”.

“Esto es inteligencia artificial. Estas señales alimentan un algoritmo de aprendizaje de máquinas. Estamos hablando de 100 muestras por segundo”.

Respecto a las señales físicas que puede identificar la pulsera, el investigador afirma que: “Nuestro dispositivo tiene dos electrodos que miden la diferencia en la tensión entre dos puntos. Se puede determinar la mayor conductividad eléctrica en la piel que tradicionalmente conocemos como la piel de gallina”.

Diferentes escenarios

El académico señala que ya se han hecho experimentos supervisados en algunos sectores, tales como el transporte. “Se ha aplicado en nuestro país en un plan piloto, por ejemplo en el transporte público. Este tipo de mediciones vienen a complementar la manera tradicional que se tiene de levantar los requerimientos y diseñar los sistemas”.

“Se aplicó a 55 personas en un circuito definido del Transantiago y en los trasbordos identificamos varias personas de la muestra que mostraron emociones de valencia negativa relacionadas con incomodidad”, subrayó.

Por otro lado Jiménez manifiesta su interés de incorporar este aparato eléctrico en otros rubros. “La visualizamos insertada en diversas industrias como el transporte, la salud y la educación. También en el estudio del comportamiento del consumidor como el marketing”.

“Hay un experimento respecto a la salud mental, nuestra idea es solicitarle a un paciente clínico cual es su estado emocional, nivel de irritabilidad, cansancio y otras variables relevantes”, dijo.

Proyecciones e importancia del proyecto

Para cerrar el profesional remarcó en lo relevante del estudio de las emociones para el contexto actual en el que vivimos. “Es un avance tanto en la teoría como la practica, tiene más importancia todo lo que tiene que ver con el mundo afectivo en todos los ámbitos”.

“Es importante entender los conceptos. Tenemos que ir a los estados afectivos y cognitivos para entender a las personas”.

“Estamos abiertos a hacer una transferencia a la tecnología”, concluyó.