El 7 de marzo de 1859 se produjo un fuerte temporal en el Cabo de Hornos provocando uno de los más conocidos naufragios del siglo XIX, el hundimiento y desaparición del bergantín “Pizarro”.
La embarcación pertenecía al Ministerio del Interior y lo había adquirido para el servicio de la colonia de Punta Arenas para mejorar la conexión con la zona central.
Estaba al mando del capitán de corbeta Francisco Hudson Cárdenas y tenía como oficial a un joven piloto de una tripulación de 16 hombres.
El Pizarro había salido de Valparaíso con destino Ancud donde tomó varios elementos y víveres para Punta Arenas.
Al arriba a la colonia también estaba el bergantín de guerra Meteoro al mando del capitán de corbeta Martín Aguayo, quien con Hudson convinieron hacer juntos el viaje de vuelta.
Durante enero de 1959 ambas embarcaciones dieron vela hacia el Pacífico pero profundamente contrariados por los vientos occidentales.
Siguieron por el estrecho de Magallanes e ingresaron al Atlántico los dos buques con una diferencia de un día y al tomar rumbo al estrecho de Le Maire ambos barcos jamás se volvieron a ver.
El ciclón ocurrido el 7 de marzo de 1859 en el Cabo de Hornos terminó a los dos días.
En tanto, el Meteoro logró salvar con muchas dificultades el huracán.
Del bergantín “Pizarro” y su tripulación no quedó nada, no hubo vestigio alguno tras su naufragio cuando iba rumbo al Cabo de Hornos por el Atlántico en medio de un feroz temporal que se desencadenó ese 7 de marzo de 1859.
El 7 de marzo de 1859 se produjo un fuerte temporal en el Cabo de Hornos provocando uno de los más conocidos naufragios del siglo XIX, el hundimiento y desaparición del bergantín “Pizarro”.
La embarcación pertenecía al Ministerio del Interior y lo había adquirido para el servicio de la colonia de Punta Arenas para mejorar la conexión con la zona central.
Estaba al mando del capitán de corbeta Francisco Hudson Cárdenas y tenía como oficial a un joven piloto de una tripulación de 16 hombres.
El Pizarro había salido de Valparaíso con destino Ancud donde tomó varios elementos y víveres para Punta Arenas.
Al arriba a la colonia también estaba el bergantín de guerra Meteoro al mando del capitán de corbeta Martín Aguayo, quien con Hudson convinieron hacer juntos el viaje de vuelta.
Durante enero de 1959 ambas embarcaciones dieron vela hacia el Pacífico pero profundamente contrariados por los vientos occidentales.
Siguieron por el estrecho de Magallanes e ingresaron al Atlántico los dos buques con una diferencia de un día y al tomar rumbo al estrecho de Le Maire ambos barcos jamás se volvieron a ver.
El ciclón ocurrido el 7 de marzo de 1859 en el Cabo de Hornos terminó a los dos días.
En tanto, el Meteoro logró salvar con muchas dificultades el huracán.
Del bergantín “Pizarro” y su tripulación no quedó nada, no hubo vestigio alguno tras su naufragio cuando iba rumbo al Cabo de Hornos por el Atlántico en medio de un feroz temporal que se desencadenó ese 7 de marzo de 1859.