Efemérides: El 12 de agosto del 2000 se produjo el naufragio del submarino ruso Kursk

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El 12 de agosto del 2000 se produjo el naufragio del submarino nuclear ruso Kursk, el saldo total fue de 118 tripulantes fallecidos. La embarcación militar fue una de las más grandes del mundo y la primera fabricada en Rusia tras el fin de la Unión Soviética.

La tragedia ocurrió en unas obras de entrenamiento en el mar de Barents, donde participó un portaviones y otras embarcaciones.

El Kursk comenzó a lanzar unos torpedos de prueba cuando se produjo una explosión al interior. Esto provocó que se hundiera 108 metros bajo el mar y fue sacudido por más detonaciones.

Al ser localizado el día siguiente, diferentes naciones ofrecieron su ayuda pero el país ruso no aceptó. En tanto, el presidente Vladimir Putin estaba de vacaciones y se pronunció 4 días después del accidente. Para ese entonces toda la tripulación había fallecido.

En el rescate se encontró una nota escrita por el teniente primero Dimitri Kolesnikov, en la que aseguraba que 23 marinos sobrevivieron a las explosiones, refugiándose en la popa del submarino.

Sus palabras dejaron en evidencia las condiciones en que se encontraban previo a su muerte. La cobertura de este evento estuvo llena de contradicciones e incluso terminó con amenazas a un importante empresario ruso de los medios de comunicación.

Los restos del Kursk fueron rescatados en octubre del 2001. Se determinó que el calor generado por la primera explosión detonó la cabeza de 4 torpedos. En un principio se había informado que el submarino chocó con otra embarcación.

En julio del 2002 el Gobierno de Rusia concluyó que se produjo una fuga del combustible de los torpedos. La investigación criminal terminó sin culpables.

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El 12 de agosto del 2000 se produjo el naufragio del submarino nuclear ruso Kursk, el saldo total fue de 118 tripulantes fallecidos. La embarcación militar fue una de las más grandes del mundo y la primera fabricada en Rusia tras el fin de la Unión Soviética.

La tragedia ocurrió en unas obras de entrenamiento en el mar de Barents, donde participó un portaviones y otras embarcaciones.

El Kursk comenzó a lanzar unos torpedos de prueba cuando se produjo una explosión al interior. Esto provocó que se hundiera 108 metros bajo el mar y fue sacudido por más detonaciones.

Al ser localizado el día siguiente, diferentes naciones ofrecieron su ayuda pero el país ruso no aceptó. En tanto, el presidente Vladimir Putin estaba de vacaciones y se pronunció 4 días después del accidente. Para ese entonces toda la tripulación había fallecido.

En el rescate se encontró una nota escrita por el teniente primero Dimitri Kolesnikov, en la que aseguraba que 23 marinos sobrevivieron a las explosiones, refugiándose en la popa del submarino.

Sus palabras dejaron en evidencia las condiciones en que se encontraban previo a su muerte. La cobertura de este evento estuvo llena de contradicciones e incluso terminó con amenazas a un importante empresario ruso de los medios de comunicación.

Los restos del Kursk fueron rescatados en octubre del 2001. Se determinó que el calor generado por la primera explosión detonó la cabeza de 4 torpedos. En un principio se había informado que el submarino chocó con otra embarcación.

En julio del 2002 el Gobierno de Rusia concluyó que se produjo una fuga del combustible de los torpedos. La investigación criminal terminó sin culpables.