Una exposición en el Congreso de Argentina, organizada por la diputada nacional Marilú Quiroz (PRO), derivó en un episodio de incredulidad, fake news y un grosero intento para desprestigiar las vacunas contra el Covid-19, justo en un marco donde hay preocupación por las bajas cifras de protección ante enfermedades como sarampión, rubéola y paperas.
La jornada “informativa” del jueves 27 de noviembre, que contó con el aval del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem (sobrino de Carlos Saúl, el expresidente), se desbordó cuando, ante la mirada atónita del público, un hombre subió al escenario, se sacó la remera y aseguró que su cuerpo se había vuelto magnético por culpa de la vacuna de AstraZeneca.
El modelo, presentado como “José Daniel Fabián”, caminó hacia el escenario mientras la licenciada en biotecnología Lorena Diblasi se preparaba para hablar. Él, en cuero; ella, micrófono en mano. Y ahí se dio el momento que desató el escándalo: Fabián inclinó el torso hacia atrás y mostró cómo algunos objetos metálicos se le pegaban a la piel.
“Esto no es grasa en la piel, señoras y señores. A él no le sucedía esto. Y de esto no se habla. Me gustaría saber qué tienen para decir los médicos”, dijo Diblasi, convirtiendo la jornada en un decadente show que se hizo viral en las redes sociales.
La explicación científica es abiertamente incompatible con la escena que intentaron instalar en el Congreso, ya que la “magnetización” posvacunas nunca existió. Lo que sí existe es la tensión superficial, un fenómeno físico que permite que ciertos objetos ligeros se adhieran momentáneamente a la piel.
La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) o los CDC de Estados Unidos lo explicaron durante la pandemia de Covid-19.
Repudio del gobierno de Milei al show antivacunas en el Congreso
Mientras las imágenes recorrían las redes sociales y desataban rechazo, el Ministerio de Salud, a cargo de Mario Lugones, salió a responder en un comunicado que reunió firmas de todas las provincias y de la Ciudad de Buenos Aires, pero con dos ausencias: la provincia de Buenos Aires y Formosa, cuyos gobernadores peronistas (Axel Kicillof y Gildo Insfrán) son enemigos declarados del presidente Milei.
Si bien el texto oficial evitó referirse directamente al “hombre magnetizado” visto en el Congreso, dejó clara la postura para ratificar la seguridad de las vacunas obligatorias y gratuitas.
“Las vacunas del calendario nacional están probadas hace años y previenen enfermedades graves.
Cada vacuna incluida pasó por evaluaciones rigurosas que garantizan su calidad y eficacia”, dijo Lugones.
El escándalo del “hombre magnetizado” se dio en paralelo al derrumbe histórico en la vacunación que divulgó la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP). El país trasandino registra coberturas inferiores al 50% en vacunas esenciales como poliomielitis, difteria y sarampión, cuando hace pocos años superaban el 90%.
En 2024 (último dato disponible y el que usaron días atrás para alertar sobre la situación), ninguna de las inmunizaciones obligatorias y gratuitas alcanzó la meta del 95% necesaria para garantizar la inmunidad colectiva.
Los números son especialmente críticos en la vacuna triple viral, que protege contra sarampión, rubéola y paperas, aplicada a los 5 años: del promedio del 90% en 2015-2019, cayó al 46,7%.
En esa misma franja etaria, el refuerzo de polio descendió del 88% al 47%, mientras que la triple bacteriana celular bajó del 88% al 46%.
En consecuencia, y ante el inminente aumento del flujo de turistas argentinos por las fiestas de fin de año y el verano, el gobierno de Chile emitió una alerta epidemiológica por sarampión, reforzó controles y llamó a la vacunación como única herramienta sanitaria.