Polémica genera en Lima (Perú) la implementación del recién inaugurado Puente de la Paz, también conocido como Corredor Turístico Miraflores-Barranco, ubicado en uno de los sectores más concurridos de la capital. ¿El motivo? Una ciclovía que, en la práctica, no puede utilizarse.
La obra debutó oficialmente el miércoles 20 de agosto y, tal como recuerda un reporte de la cadena CNN, fue presentada como “la primera estructura tubular con ciclovía en Sudamérica”.
Entre los atractivos, a su vez, destaca una larga franja de vidrio, que permite ver las aguas del océano Pacífico al momento de recorrer el puente tal como los vehículos que pasan por la autopista donde está construido.
Pese a las características de la obra, esta ha recibido una ola de críticas a raíz de su ciclovía, la cual sólo se puede utilizar llevando la bicicleta a un costado, tal como informa la señalética que la rodea. Según CNN, de hecho, guardias municipales obligan a los ciclistas a respetar la normativa cuando esta se incumple.
De acuerdo a la Municipalidad de Miraflores, y tal como explica un reporte del portal InfoBae, se trata de una medida “temporal”, debido a que el puente se encuentra en etapa de “marcha blanca” y con un alto flujo de visitantes. La norma buscaría “evitar accidentes”.
Pero ese no es el único problema. Según testimonios de testigos, el piso vidrioso se vuelve peligrosamente resbaloso al contacto con la lluvia, tal lo han constatado los mismos transeúntes.
La estructura, según la misma publicación, cuenta con 112 metros de largo, 8 metros de ancho y 30 metros de altura, y fue concebida como un hito arquitectónico.
“Este puente no solo une dos distritos, une a las personas. Es una obra que pone en valor nuestro litoral, impulsa el turismo y mejora la calidad de vida de los limeños. Lima avanza con infraestructura moderna, sostenible y pensada para todos”, comentó el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, tras la inauguración.