Cuándo sufres un accidente, ¿sabes a qué establecimiento de la Red Asistencial acudir? Actualmente, el sistema cuenta con un abanico de dispositivos para atender este tipo de necesidades, siendo los Servicios de Urgencia de Hospital, el SAPU (Servicio de Atención Primaria de Urgencia) y el SAR (Servicios de Atención Primaria de Urgencia de Alta Resolutividad) los más utilizados por los usuarios.
Es por eso que es vital saber cuándo acudir a cada uno de estos servicios, ya que teniendo ese conocimiento ayudarás a no colapsar los establecimientos de salud, y se agilizarán los tiempos de espera, haciendo mucho más efectivo el trabajo de los especialistas.
Cuando debes acudir a una Unidad de Urgencia de Hospital
Según información del Ministerio de Salud, estos establecimientos están destinados para atender atenciones de gravedad o riesgo vital, es decir, cuando la vida de una persona corre peligro evidente,
y se debe actuar de forma inmediata.
Los ejemplos más frecuentes:
La persona está inconsciente. Tiene un fuerte dolor en el pecho, (sospecha de que ha sufrido un infarto o tiene un paro cardíaco). Pierde abundante sangre. Hay sospecha de huesos rotos. Sufrió una caída de altura importante con o sin pérdida de consciencia. Puede tener una herida profunda. Producto de un arma blanca, por ejemplo. Tiene dificultades para respirar (color violáceo intenso en labios, uñas y cara). Tiene quemaduras severas, especialmente en cara y cuello. Cuando tiene una reacción alérgica severa con compromiso respiratorio. Tiene trastorno de consciencia y pierde fuerzas o sufre parálisis de extremidades. Tiene cualquier otro problema de salud o sufrió un accidente que comprometa la vida.
Cuando debes acudir al SAR o SAPU
Los Servicios de Atención Primaria de Urgencia de Alta Resolutividad (SAR) y los Servicios de Atención Primaria de Urgencia (SAPU) básicamente atienden las urgencias de mediana y baja complejidad.
El Minsal define al SAPU como un “establecimiento de salud que ofrece atención a las necesidades de urgencia/emergencia de baja complejidad, que se emplaza adosado a un Centro de Salud de Atención Primaria (Cesfam) o en un local anexo”.
Por otro lado, un SAR entrega “atención médica de urgencia, oportuna, resolutiva y de calidad, a la población inscrita, en un horario que complementa el funcionamiento del CESFAM y SAPU”.
Según el mismo organismo, dichos servicios de atención primaria de urgencia deben ser la primera opción en casos que no comprometan la vida. Eso sí, si los síntomas empeoran, se debe acudir a una urgencia hospitalaria.
Los ejemplos más frecuentes:
Una persona con sangramiento provocado por heridas o enfermedad. Heridas o quemaduras. Intoxicaciones por alcohol, remedios, drogas, gas, alimentos y cloro, entre otras. La persona sufre dolor intenso de inicio repentino en la cabeza, pecho y/o estómago, entre otros. Sufrir una caída de mediana altura o golpes fuertes sin pérdida de consciencia. Sufrir accidentes menores escolares, laborales y del hogar. Tener crisis de asma o problema respiratorio. Sufrir mordeduras o picaduras de animales o insectos. Otros problemas de salud que no impliquen riesgo vital.
Recordar que en los Cesfam (Centros de Salud Familiar) puedes encontrar este tipo de servicios, aunque no todos cuentan con un SAPU o SAR.