Este jueves 10 de julio se conmemora en nuestro país el día nacional de la sopaipilla, un verdadero símbolo de la gastronomía chilena que no puede faltar en toda época del año.
En invierno, es uno de los alimentos favoritos a consumir por las familias, quienes la incluyen en el desayuno, almuerzo y once.
El origen de la sopaipilla
La sopaipilla es un clásico de la gastronomía chilena, pero no muchos conocen su historia ni el origen de su popular nombre.
La historia nos dice que las sopaipillas llegaron a América y a Chile de la mano de los españoles a inicios del siglo XVIII. Pero ellos tampoco las inventaron. El origen es aún más lejano, la receta proviene del mundo árabe. Durante los siglos VII y VIII, los árabes conquistaron gran parte de la península ibérica, llevando consigo muchas de sus costumbres culturales, entre ellas, su cocina.
En España, este alimento se conocía como “sopaipa”, un pan remojado en aceite. Con la colonización, la receta viajó al continente americano y se fue adaptando en distintos países: en Argentina se le llama “torta frita” o también “sopaipa”; en Perú, “cachanga”; en Bolivia, “buñuelo”; en Uruguay, nuevamente “torta frita”; y en Paraguay, “pireca”.
¿Por qué se celebra este 10 de julio?
Según dio a conocer el portal Mostos y Destilados, el día de la sopaipilla se celebra el 10 de julio en Chile a modo de homenajear la fecha de llegada de la preparación a América en el siglo XVIII.
¿Nuestras sopaipillas son únicas?
Pese a que su origen no es chileno, nuestras sopaipillas son únicas, ya que se mezclaron con ingredientes locales, especialmente con zapallo en la zona central del país, puré de papas a la masa en el sur, mientras que en el norte se preparan solo con harina, agua, manteca y bicarbonato o polvos de hornear.
Además, les dimos una vuelta muy chilena, las “sopaipillas pasadas” con chancaca, ese dulce espeso que para muchos es un manjar de dioses.
También su forma varía según la zona: redondas, cuadradas, triangulares, grandes o pequeñas. Todo depende de la tradición local, de la abuela o de la receta familiar.