El pasado jueves 27 de febrero, el polémico influencer Andrew Tate y su hermano, Tristan, aterrizaron en el aeropuerto de Florida. Esto, faltando solo días para que se cumpliera un año desde que fueron detenidos en Rumania.
Aunque ellos lo niegan, tanto Andrew como Tristan han sido acusados de una serie de delitos sexuales y económicos, —entre ellos, violación, lavado de dinero y tráfico de menores— lo que motivó su última detención mientras se encontraban en la ciudad rumana de Bucarest.
Si bien Andrew Tate ganó notoriedad inicialmente como un luchador profesional de kickboxing, el ciudadano británico-estadounidense de 38 años se convirtió en una figura prominente en las redes sociales al promover un estilo de vida de lujo y opiniones controvertidas sobre la masculinidad y las relaciones de género.
De hecho, él mismo se ha definido como un ‘misógino’ y suele referirse a las mujeres como ‘hembras’ (‘females’ en inglés). Antes de que comenzaran sus problemas legales, ambos hermanos ya habían construido una base multitudinaria de seguidores, especialmente hombres jóvenes y adolescentes, que ven con buenos ojos su contenido.
Los cargos que enfrentan Andrew Tate y su hermano
El año pasado no fue la primera vez que los Tate fueron detenidos. Bajo la sospecha de formar parte de un grupo criminal organizado, dedicado al tráfico de personas y la explotación sexual, ya en diciembre de 2022 ambos habían sido arrestados en Bucarest.
Según recordó la BBC, las autoridades rumanas apuntan a que los hermanos reclutaron a mujeres bajo falsas promesas de relaciones sentimentales, las trasladaron a Rumania y las obligaron a participar en contenido pornográfico difundido en línea. Al respecto, se identificaron al menos siete víctimas que habrían sido sometidas a vigilancia, intimidación y control constante.
A esto se le sumó otro caso de presuntos delitos sexuales, por el cual fueron detenidos nuevamente en 2024.
Como mencionamos, a pesar de las acusaciones, ambos hermanos han negado rotundamente su participación en actividades ilegales, declarando que las imputaciones en su contra carecen de fundamento.
¿Por qué viajaron de vuelta a EE. UU.?
Después de más de dos años bajo restricciones de viaje en Europa, las autoridades rumanas levantaron recientemente la prohibición que impedía que los hermanos Tate pudieran abandonar el país.
De acuerdo con The Times UK, informes indicarían que figuras influyentes, incluyendo al exembajador Richard Grenell y al empresario Elon Musk, habrían ejercido presión diplomática sobre el gobierno rumano para facilitar la liberación de los hermanos Tate. En ese sentido, cabe recordar que tanto Andrew como Tristan han sido abiertos en cuanto a sus posturas pro Trump.
“El cabildeo diplomático del gobierno de Trump que permitió a Andrew Tate huir de Rumania a Florida podría conducir a una batalla legal internacional triple para asegurar su procesamiento por delitos sexuales”, planteó el citado medio.
Lo anterior se condice con la información manejada por The Financial Times, que indica que el enviado especial de Trump, Richard Grenell, habría intercedido en su favor con el ministro de Asuntos Exteriores rumano en la Conferencia de Seguridad de Múnich.
No obstante, desde Rumania descartaron que hubiera cualquier tipo de presión desde la actual administración estadounidense de levantar las restricciones de viaje, señaló Le Monde.
Críticas dentro de republicanos
A pesar de la cercanía de Tate con ciertas figuras dentro del espectro político conservador, dentro del ala republicana hay quienes se manifestaron en contra de la llegada de los hermanos.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, expresó su descontento con su presencia en el estado y anunció una investigación preliminar sobre sus actividades. La autoridad aseguró que los Tate “no son bienvenidos” en Florida y que se tomarán medidas para garantizar la seguridad y el bienestar de los residentes, informó The Associated Press.
A pesar de su retorno a Estados Unidos, los hermanos Tate siguen bajo investigación en Rumania por cargos de tráfico de personas, violación y formación de un grupo criminal organizado. Es decir, las autoridades rumanas han permitido su salida temporal del país, pero se espera que regresen para futuras audiencias judiciales.