Una vez más los jóvenes se ven enfrentados a una montaña rusa de emociones donde el estrés, la ansiedad e incertidumbre se apoderan de ellas y ellos, ya que muchos creen “erróneamente” que con esta prueba se están jugando su futuro.
Pero si pensamos qué sucede en el cerebro de los jóvenes en momentos así, por supuesto que se ve afectado al igual que los momentos en que nosotros los adultos nos vemos enfrentados a situaciones de las que dependen acciones futuras que tienen relación con nuestras vidas.
Por otro lado, en momentos de estrés, se observa “Inhibición de la corteza prefrontal”, aquí la toma de decisiones y el control de impulsos se pone en juego, ya que esta inhibición puede dificultar el estrés, que es una respuesta natural del organismo ante situaciones percibidas como desafiantes.
En el cerebro de los jóvenes, previamente a esta prueba y hoy mismo, su amígdala cerebral está activada, está “full alerta y atenta”. Esta estructura está estrechamente relacionada con la respuesta emocional que le asignamos al evento en cuestión: capacidad de los jóvenes para tomar decisiones racionales y poder regular sus emociones al momento de estar rindiendo la prueba, por ejemplo.
El cerebro de los jóvenes en comparación al de los adultos, tiene mayor plasticidad cerebral, lo que puede ser positivo como también negativo. Frente al estrés los jóvenes pueden adaptarse con mayor facilidad, así como también puede suceder que no sepan cómo lidiar con situaciones de presión y se encuentren más vulnerables, así como también si sumamos la adrenalina del momento, puede afectar la función cerebral y por ende su estado emocional.
Estrés antes de rendir la PAES
El estrés al rendir la PAES (Prueba de Acceso a la Educación Superior) es algo común entre estudiantes debido a la importancia del examen en su futuro académico y profesional. Aquí te dejo algunas recomendaciones para manejar el estrés durante este período:
Antes del examen
1. Planifica tu estudio: Organiza un horario realista y divide el contenido en bloques manejables. No dejes todo para último momento.
2. Practica con ensayos previos: Familiarízate con el formato del examen, lo que reduce la incertidumbre.
3. Descansa bien: Dormir al menos 7-8 horas por noche mejora tu memoria y concentración.
4. Aliméntate bien: Incluye alimentos ricos en proteínas, carbohidratos complejos y antioxidantes para mantener tu energía.
5. Realiza ejercicios de relajación: La respiración profunda o la meditación diaria pueden ayudarte a mantener la calma.
Durante el examen
1. Llega con tiempo: Evita el estrés adicional por llegar tarde.
2. Lee las instrucciones con calma: Tómate unos minutos para entender cada sección antes de responder.
3. Gestiona tu tiempo: Distribuye el tiempo para cada parte del examen y no te detengas demasiado en una sola pregunta.
4. Controla tu respiración: Si sientes ansiedad, respira profundamente durante unos segundos para recuperar el control.
5. Mantén una mentalidad positiva: Recuérdate a ti mismo que has trabajado duro y que estás haciendo tu mejor esfuerzo.
Después del examen
1. No te obsesiones con los resultados: Lo hecho, hecho está. Concéntrate en lo que viene después.
2. Relájate y recompénsate: Haz algo que disfrutes para liberar la tensión acumulada.
El estrés es natural en situaciones importantes, pero con preparación y estrategias adecuadas, puedes manejarlo para que no te abrume.
Es importante no olvidar que una prueba no determina la felicidad de nuestros hijos. Recordarles a las y los jóvenes, padres y familias, que todos somos distintos y que frente a situaciones de estrés algunos pueden ser más resilientes y otros sentirse más frágiles, ambas veredas son totalmente validas y deben ser aceptadas. La clave aquí es la “Educación Emocional” que juega un papel importante en el manejo del estrés en los jóvenes.
Como padres, madres y familias debemos proporcionarles herramientas para comprender, regular y expresar sus emociones de manera saludable, y acompañar todos los procesos que resulten ser significativos para los jóvenes dentro de su vida.