La exalcaldesa de Maipú, Cathy Barriga, se refirió por primera vez a los tensos momentos que vivió al interior de la cárcel de San Miguel, donde debió cumplir prisión preventiva por las presuntas irregularidades financieras que se le imputan bajo su gestión municipal.
Barriga, quien actualmente está bajo arresto domiciliario nocturno y arraigo nacional por fraude al fisco y otros delitos, abordó el conflicto que tuvo con Leonarda Villalobos, imputada en el mediático Caso Audios.
Fue en enero de este año, cuando Barriga presentó un reclamo a Gendarmería, acusando a Villalobos y a otras dos reclusas de hostigamiento y maltrato.
El enfrentamiento escaló al punto de que, por seguridad, Villalobos fue trasladada a la cárcel de San Joaquín, mientras que Barriga continuó en San Miguel antes de obtener su arresto domiciliario.
Si bien, en un comienzo se hablaba de que todo inició en el contexto de una colecta para comprar un hervidor, la exjefa comunal desmintió que ese fuera el motivo de la discusión.
Según relató Barriga en Primer Plano, el conflicto inició cuando Villalobos le sugirió un traslado a la cárcel Capitán Yáber, petición que la exalcaldesa rechazó.
“Ella (Villalobos) me dice a mí que quiere que nos vayamos ambas a Capitán Yáber, a lo cual yo le digo que yo me quedo ahí, que me voy a mi casa y no me voy a mover de ahí, porque yo estoy bien ahí. Fue una de las situaciones que gatilló más adelante otras y pasaron situaciones complicadas”, confesó.
Bajo ese contexto, agregó que “finalmente es Gendarmería quien toma la decisión por seguridad para mí y para las demás integrantes del módulo”.
En ese sentido, Barriga detalló que Villalobos “hacía situaciones complicadas” al interior del recinto penal. “No voy a dar detalles, hay una causa que está en el Séptimo Juzgado y es Gendarmería quien toma la decisión de sacarla por seguridad, tanto para mí como para las demás internas”, sostuvo.
Ante la acusación de Villalobos de que la exalcaldesa era “sapa” y delataba a quienes tenían celulares en el recinto, la exfigura televisiva contestó que su experiencia en la cárcel tuvo que ver con “conocer a las personas”, ya que “muchas veces hay prejuicios y la maldad de las personas no es porque tengan más o menos educación”.
“Cuando tú ingresas a la cárcel, hay códigos, y cuando tú entras a la cárcel eres una más y eso es lo que yo sentí de parte de ellas y de mí hacia ellas”, relató.
Además, la exalcaldesa subrayó que a diferencia de Villalobos, ella no formaba parte de ningún grupo y mantuvo una buena relación con todas las internas: “Lo que hice distinto a ella y que yo creo que es determinante, es que yo no pertenecía a ningún grupo, yo las conocía a todas (…) Cuando estás en una situación extrema, por lo menos yo, saco lo mejor de mí, hay personas que sacan lo peor de sí”.
¿Accidente o intervención?
Durante la entrevista, también fue consultada por un presunto brote alérgico que vivió al interior de la cárcel tras aplicarse una crema. “Me aplico mi crema, me echo en la noche, me ardía un poco, me dormí y al otro día amanezco con la cara hinchada, como si me hubiera insolado, pero mucho más”, relató.
Ante esta situación, en enfermería le inyectaron corticoides “pensando que era alergia, y no era, era una quemadura”, dijo indicando que a los tres días “esto empieza a reventar, no me querían llevar al hospital en el penal. Yo supertranquila”.
Tras ser consultada si es que le intervinieron esa crema, la exalcaldesa afirmó que ella no hizo “nada con la crema, no puse ninguna denuncia”.