El brutal asesinato del ingeniero Michael Peñaloza en Curacaví sigue revelando nuevos antecedentes. Durante la formalización de los cinco detenidos, efectuada este miércoles, la Fiscalía Occidente detalló que la víctima no solo fue atropellada con su propia camioneta, sino también atacada con piedras por parte de los imputados. Además, se confirmó que Peñaloza alcanzó a enviar un mensaje a sus vecinos minutos antes de su muerte.
En la audiencia de formalización, el Ministerio Público imputó a Esabú Muñoz Escobar, José Contreras Escobar, Vicente Higuera Muñoz, Matías Tapia Adasme y Kevin Aguilar por los delitos de robo con homicidio, robo en lugar habitado, receptación e incendio. La Fiscalía solicitó prisión preventiva, respaldada en diversas pruebas, como registros audiovisuales y especies sustraídas encontradas en los domicilios de los acusados, entre ellas un perfume perteneciente a la víctima.
Durante la jornada se relataron cómo ocurrieron los hechos que terminaron con la vida de Peñaloza, los que se remontan a una semana antes de que ocurriera el asesinato. Radio Bío Bío estuvo presente en el tribunal y pudo recabar estos antecedentes.
Todo partió el 11 de agosto, a eso de las 21:00, donde un grupo de delincuentes llegó hasta una parcela ubicada en el sector Los Hornitos de Curacaví, a la que se accede a través de la Ruta 68.
Los sujetos caminaron hasta la parcela de Peñaloza, donde realizaron un forado en el cerco. Ya dentro del terreno, fracturaron un vidrio para entrar la vivienda y robar diversas especies, como televisores, dinero y una biblia.
A ello se sumaron objetos claves: la copia de la llave de la camioneta de Peñaloza, más perfumes.
El regreso de los delincuentes
El ingeniero reforzó la seguridad de su parcela ante lo ocurrido, lo que no intimidó a los mismos delincuentes que volvieron la madrugada del 19 de agosto. Con la copia de la llave en mano, querían llevarse la camioneta de la víctima.
Los delincuentes escalaron la reja de la parcela, que había sido reforzada y además se habían instalado cámaras de seguridad. La víctima se percató de la situación y activó las alarmas, frustrando el ilícito.
Tras ello, Peñaloza llamó a Carabineros que llegaron al lugar, pero se retiraron minutos más tarde. Según dijo el ingeniero en un chat con vecinos, los uniformados aseguraron no tener personal para recorrer los cerros del sector.
El homicidio
Luego que los carabineros dejaran el lugar, los asaltantes volvieron a eso de las 4:15 de la mañana del mismo 19 de agosto. Esta vez, dispuestos a todo con tal de llevarse la camioneta.
Para ello, cortaron la energía eléctrica de la parcela y, además, forzaron la cadena de la reja con herramientas, para así terminar con sus intentos y llevarse el vehículo.
El regreso de los delincuentes también fue alertado por Peñaloza a sus vecinos, 10 minutos antes del desenlace fatal de esta historia. Esta sería una de las últimas comunicaciones del ingeniero antes de ser asesinado.
Esabú Muñoz Escobar, sindicado como el autor material del asesinato, sería quien logró subirse a la camioneta de la víctima para escapar con ella. Sin embargo, el ingeniero se interpuso en su camino y terminó atropellado, muriendo en el mismo lugar de los hechos.
En la audiencia se supo que no solamente fue atropellado, sino que también fue atacado con piedras por parte de Muñoz Escobar, José Contreras Escobar, Vicente Higuera Muñoz y Matías Tapia Adasme. El quinto imputado, Kevin Aguilar, se quedó en el exterior como apoyo al interior de otro vehículo.
Qué hicieron con el vehículo
De tal modo, los individuos escaparon y el crimen se volvió en una de las noticias más importantes del día, copando los titulares de la TV y los diferentes medios de comunicación. Por ende, a los delincuentes no les quedaba más que deshacerse rápidamente de la camioneta para evitar ser atrapados.
Si bien intentaron venderla, al no tener éxito, el 20 de agosto fueron hasta la cuesta Lo Prado. Tras limpiarla, cuatro de los imputados le prendieron fuego, mientras un quinto los esperó realizando labores de cobertura en un local de comida rápida.
Pese a sus esfuerzos, el trabajo de la PDI y la Fiscalía Occidente dio frutos, provocando la caída de la banda.
Los cinco imputados enfrentan cargos de robo con homicidio, robo en lugar habitado, receptación e incendio. La Fiscalía Occidente maneja diversas pruebas, como imágenes que inculpan a los detenidos, como también el hallazgo de especies robadas en los domicilios de los imputados, como uno de los perfumes robados a Peñaloza.