La BIPE Antisecuestros de la PDI y la Fiscalía ECOH entregaron más detalles de la detención de una banda de venezolanos que secuestraba a turistas brasileños en el barrio Bellavista. La organización utilizaba a una mujer como señuelo para seducir a las víctimas y así raptarlas.

Se trata de una agrupación de tres hombres y dos mujeres, todos de nacionalidad venezolana, que ya fueron formalizados. Dos están regulares en Chile y el resto irregular.

Ellos están acusados de secuestrar a dos turistas brasileños, de forma separada, en los meses de junio y julio de este año.

El modus operandi

El jefe de la BIPE Antisecuestros Metropolitana, subprefecto Hassel Barrientos, relató que la banda utilizaba a una mujer que seducía a turistas que visitaban los locales nocturnos de Bellavista.

De esta manera, los invitaba a seguir la noche en otro lugar, momento en que simulaba pedir un vehículo de aplicación.

“Simulan que contactan un transporte de aplicación, donde llega la otra parte de la banda criminal, subiendo hasta el interior de este vehículo a la víctima. Bajo intimidación, es obligado a transferir distintas sumas de dinero de sus cuentas”, explicó.

Pero el delito no se quedaba ahí. “En paralelo, también realizan extorsiones a su familia, en este caso a su familia en Brasil, quienes logran transferir dinero a las cuentas”, añadió.

Los secuestros duraron entre tres a cinco horas, explicó Barrientos, añadiendo además que no descarta que existan más víctimas.

“Es probable que producto de la difusión de esta investigación, se puedan sumar más casos. Algunos no son denunciados por la premura de los turistas en salir nuevamente de regreso a sus países”, señaló.

Finalmente, declaró que lo robado a ambas víctimas se estima que estaría entre los $5 millones a $10 millones, considerando las transferencias y las especies personales sustraídas.

¿Qué hacían las mujeres detenidas?

Por su parte, el fiscal ECOH, Eduardo Pontigo, detalló que mientras una de las detenidas era usada como señuelo para atraer a las víctimas. La otra aprehendida es la madre de otro de los imputados, quien proporcionaba el auto para cometer los secuestros, como también aparatos celulares.

Finalmente, el fiscal coordinador ECOH, Héctor Barros, indicó que esta indagatoria muestra un nuevo perfil de víctimas en el crimen organizado.

“En este caso, en particular, este grupo está especializado específicamente en personas de nacionalidad extranjera, en concreto brasileñas las dos y, por lo tanto, han empezado a operar en ese segmento”, expresó.

Tras la formalización, la justicia decretó prisión preventiva para los tres hombres y arresto domiciliario nocturno para las mujeres. Sin embargo, Fiscalía ECOH apeló verbalmente y ambas se mantienen tras las rejas mientras se resuelva su situación.

Preocupación en el sector turismo

Este caso generó preocupación en el sector turismo. Así lo manifestó Mónica Zalaquett, presidenta ejecutiva de la Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur).

“Recibimos con profunda preocupación la noticia del secuestro de turistas brasileños en el barrio Bellavista. Es un hecho gravísimo que no solo afecta directamente a las víctimas y sus familias, sino que también daña la reputación internacional de Chile como destino turístico seguro”, explicó.

Añadió que “en Fedetur venimos advirtiendo desde hace meses sobre el impacto que tiene la delincuencia en el turismo, tanto en la experiencia de los visitantes como en la competitividad del sector. Zonas como Bellavista, el casco histórico de Santiago, Valparaíso o San Pedro de Atacama, que reciben miles de turistas cada año, requieren medidas focalizadas y sostenidas”.

“Por eso, como gremio venimos planteando la urgencia de crear una Policía Turística, especializada y con presencia en los principales destinos del país. Esta fuerza permitiría una mayor prevención del delito, una atención adecuada en situaciones de emergencia y una coordinación eficiente con servicios consulares y organismos de seguridad”, puntualizó.

Finalmente, llamó al Gobierno y a los municipios a reforzar la presencia de seguridad, con más policías y más trabajo con los locatarios.

“Chile tiene un gran potencial de crecimiento en el turismo, pero sin seguridad no es posible avanzar”, cerró.