El Gobierno presentó dos querellas por los recientes atentados que se han registrado en la región de La Araucanía, específicamente en Vilcún y Carahue.
La querella criminal es en contra de quienes resulten responsables en calidad de autores, cómplices o encubridores de los delitos de asociación terrorista e incendio en grado de consumado.
Atentado en Vilcún
El primer hecho de violencia ocurrió a las 3:00 horas del viernes, cuando un grupo de individuos acudió al sector El Natre, ubicado en el kilómetro 6 de la Ruta S-31, en Vilcún. Posterior a eso ingresaron a un fundo rociando con líquido acelerante y prendiendo fuego una bodega.
Esa acción se lee en la querella, “puso en peligro la vida, seguridad y propiedad de los habitantes que residen en sectores colindantes”. En el lugar se encontró además un lienzo con la consigna: “Libertad a los PPMM Llanquileo, E. Montoya, L. Tranamil, N. Queupil. Nuestro objetivo es Wallmapu”.
Luego de eso, el grupo se trasladó al Fundo Traipo, a 3 kilómetros de la Ruta S-271, en Vilcún, donde quemaron una bodega, dos ramplas y cuatro tractores. También dejaron un lienzo.
En tanto, la madrugada del domingo, sujetos no individualizados se trasladaron hasta el Predio Galicia de la Empresa Forestal Curanco, en Cunco. En el lugar quemaron siete máquinas forestales, consistentes en 2 skidder y 5 retroexcavadoras. El lienzo encontrado en ese lugar tenía la leyenda “Weichan Auka Mapu Wam”.
Atentado en Carahue
Este atentado se registró a las 03:30 horas del sábado, en una planta de áridos ubicada en el sector Cullinco Bajo, en la Ruta S-36. Allí quemaron dos máquinas destinadas a la carga de material. Hecho que también se lo adjudicó la WAM.
De acuerdo con la estimación realizada por Hernán Fernández, dueño de Transportes y Áridos Fernández, en conversación con Radio Bío Bío, la pérdida por este atentado es de entre $70 y $80 millones.
En ambas querellas se detalla una serie de atentados que han sido adjudicados por la WAM.