Apoderadas de la Escuela Rural de Huellelhue, en Valdivia, impidieron el desarrollo normal de las clases en protesta por presuntos malos tratos ejercidos por dos asistentes de la educación hacia alumnas e incluso otros funcionarios del establecimiento.

“El miedo NO educa, el respeto SÍ”, decía una de las pancartas instaladas en el acceso principal del recinto, donde las madres exigieron la salida inmediata de las inspectoras acusadas de maltrato, señalando que algunas agresiones habrían sido incluso de carácter físico.

Las apoderadas impidieron el desarrollo de la jornada escolar hasta que representantes del Servicio Local de Educación Pública (SLEP) Valdivia llegaran al lugar para entregar una solución.

Entre las denuncias figuran el presunto maltrato a niñas dentro de un baño y un episodio en que un niño con autismo habría sido dejado llorando solo en la sala, mientras a sus compañeros se les pidió colocarse algodones en los oídos. Situaciones calificadas como “graves” e “incomprensibles” por la comunidad.

La coordinadora del Programa de Integración Escolar (PIE), Isolde Tapia, lamentó lo ocurrido y señaló que los docentes solicitaron sanciones formales, sin resultados.

Aseguró que la falta de medidas podría obedecer a que el director mantiene una relación personal con una de las inspectoras cuestionadas.

Más tarde, apoderadas, funcionarios y representantes del establecimiento sostuvieron una reunión con el director y el encargado territorial del SLEP Valdivia.

El organismo confirmó que tomó conocimiento de los hechos y que trabajará en medidas para fortalecer la convivencia escolar.

Tras ello, el colegio retomó sus actividades y los estudiantes recibieron la alimentación correspondiente.

Las familias esperan que, con el análisis de los antecedentes realizado por la dirección ejecutiva del SLEP, exista una respuesta a más tardar este viernes. Su demanda principal: poner fin a los malos tratos y separar a las inspectoras de la comunidad educativa. Por ahora, ambas se encuentran con licencia médica.