Dos rugbistas argentinos fueron detenidos en la provincia de Mendoza a pedido de la Justicia de Chile tras una denuncia por el presunto abuso sexual a dos mujeres tras una fiesta en la comuna de Vitacura. Uno de los acusados, Enzo Falaschi, había quedado sobreseído por un antecedente similar en 2016, debido a pruebas “insuficientes” después de un mediático proceso judicial.
A raíz de un pedido de captura internacional, los deportistas Enzo Falaschi y Matías Morales, exjugadores del Club Stade Français, con sede en Las Condes, fueron arrestados el 3 de septiembre por la Policía Federal Argentina (PFA) en la ciudad de Mendoza.
En Chile pesa sobre Falaschi y Morales una orden de prisión preventiva dictada por el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago, que los acusa de haber abusado sexualmente de dos mujeres el 4 de agosto de 2023.
Con base en la denuncia, los dos rugbistas argentinos y un compañero chileno compartieron la velada en una disco con dos jugadoras de hockey y, luego, se dirigieron a un departamento en la comuna de Vitacura. Allí, siempre de acuerdo al testimonio de las denunciantes, hubo relaciones sexuales sin consentimiento en un contexto de aparente consumo de sustancias y/o estupefacientes.
Fuentes vinculadas al caso confiaron a BioBioChile que el expediente chileno sorprendió a los acusados, que cumplían hasta hace pocos días con su rutina normal en Mendoza.
Los pesquisas de la PFA trabajaron por varios meses para dar con el momento exacto para arrestarlos, el miércoles 3, cerca del gimnasio céntrico al que Falaschi y Morales asistían. En ese momento, los acusados no opusieron resistencia y se pusieron a disposición de la Justicia. Primero, fueron trasladados al Centro de Detención Judicial Unidad N° 32, con la posibilidad de ser derivados al Complejo Penitenciario Federal VI de Cuyo mientras se definía su futuro inmediato.
Por qué no avanza la extradición de los rugbistas argentinos a Chile
El par de argentinos nunca fue notificado formalmente hasta el momento mismo de su detención, una de las cartas que se jugará en los tribunales para evitar la extradición, además de la falta de garantías para asegurar la integridad de los jóvenes en caso de ser llevados a Chile.
“No pueden ser extraditados sin la valoración de la prueba”, explicó la fuente consultada.
De hecho, asegura que la defensa no tuvo acceso al expediente ni a los detalles del delito en cuestión por el que Falaschi y Morales son investigados en Chile, a pesar de que la audiencia de formalización e imputación data del año pasado. Uno de los argentinos sospechosos viajó el verano pasado a Chile por vacaciones, pero nunca enfrentó problemas para cruzar la frontera ni se activaron alarmas.
En los próximos días se espera la definición de fecha en la que Falaschi y Morales deberán enfrentar el juicio de extradición en los Tribunales Federales de Mendoza. Actualmente, el proceso se encuentra en la etapa de ofrecimiento de pruebas.
El interés del Ministerio Público Fiscal en esta instancia inicial es garantizar la realización de la audiencia y que el Juzgado interviniente notifique la detención a Cancillería argentina, precisando el marco normativo que regirá la extradición y el plazo para la presentación del pedido formal. Además, debe dictaminar si se cumplen los requisitos necesarios para habilitar una detención preventiva con fines de extradición.
Recién al materializarse el pedido formal de extradición, se hará un análisis exhaustivo de su encuadre legal y se evaluará si cumple con los requisitos formales, si existen (o no) causales que justifiquen una denegación y si corresponde solicitar información adicional. El fallo del juez podrá ser apelado por cualquiera de las partes ante la Corte Suprema de Justicia.
Sobreseído: uno de los rugbistas argentinos enfrentó un caso anterior por abuso
Enzo Falaschi ya había visitado los tribunales de Argentina por un escándalo que sacudió al rugby local. La noche del 22 de diciembre de 2016, en una fiesta en la localidad de Chacras de Coria (Mendoza) organizada en la casa de un manager del club donde jugaba, una mujer de 24 años denunció haber sido víctima de abuso sexual.
El caso se desencadenó tras un comentario brutal que uno de los invitados habría deslizado al día siguiente: “Qué brava tu hermana, estuvo con cinco tipos”.
La joven, que aseguró haberse sentido “borracha” y sin control de la situación, recurrió al hospital Central de la ciudad de Mendoza y luego a la Justicia. En un mensaje de WhatsApp enviado horas después preguntó directamente: “¿Con cuántos estuve?”. La respuesta fue el nombre de cinco jugadores, entre ellos, Falaschi, hoy de nuevo denunciado.
Esta causa generó un enorme escándalo en las redes sociales y la prensa, entre muestras de respaldo a la mujer y otras de cuestionamiento (le decían que había inventado todo), mientras que en la Justicia se produjo la imputación de varios rugbistas de la Unión de Rugby de Cuyo por el delito de “abuso sexual agravado con acceso carnal”.
En una carta que gozó de amplia repercusión, la joven denunciante dijo: “Solo fui una ‘cosa’ que usaron para calmar sus más bajos instintos. Me quitaron la posibilidad de decidir sobre mi propio cuerpo. ‘Ellos’ decidieron por mí”.
A pesar de la extensa cobertura social y mediática en Argentina, la investigación contra los rugbistas no prosperó. Un año y medio después de la denuncia, en mayo de 2018, todos los imputados fueron sobreseídos ante la falta de pruebas por decisión del juez David Mangiafico, pero igualmente los acusados sufrieron inhabilitaciones deportivas y rechazos en convocatorias.
Falaschi suma así un nuevo capítulo complejo en su historial, ahora con su compañero Morales envuelto en la misma trama.
Los argentinos comparten celda en Mendoza a la espera de que un tribunal federal defina si serán enviados a Santiago para enfrentar un proceso que podría dejarlos tras las rejas lejos de su país y de la paz que, al menos Falaschi, había creído permanente.