La Corte Suprema dictó la condena en contra de tres miembros de la Armada en retiro por el homicidio calificado del estudiante universitario Marcelo Esteban Barrios Andrade, ocurrido en agosto de 1989 en el Cerro Yungay de Valparaíso, en el marco de un falso enfrentamiento con fuerzas de seguridad.
El máximo tribunal del país sentenció al entonces capitán de Corbeta Sergio Patricio Chiffelle Kirby a 15 años y un día de presidio como autor del delito, mientras que los suboficiales Luis Osvaldo Ceballos Guerra y Óscar Arturo Aspée Aspée recibieron cinco años, con el beneficio de la libertad vigilada, por su participación en el ilícito.
La sentencia detalló que los suboficiales actuaron bajo órdenes de su superior y que su actuación se limitó a tareas específicas, lo que motivó la reducción de su pena respecto a lo dictado en primera instancia.
Sin embargo, se confirmó la responsabilidad del capitán Chiffelle como autor principal del homicidio.
Fernando Martínez, director regional del Instituto Nacional de Derechos Humanos, valoró esta determinación que confirma la responsabilidad de miembros de la Armada en este asesinato.
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En torno a esta causa, Alex Cortés, abogado especialista en Derechos Humanos, resaltó que las órdenes de superiores no deben atenuar la responsabilidad individual en crímenes de lesa humanidad.
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Según la investigación de la ministra en visita de causas de derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, María Cruz Fierro, Barrios Andrade fue acribillado por personal de Infantería de Marina durante un allanamiento, sin que existiera reacción defensiva por parte del joven, en un operativo que incluyó detonar cargas explosivas en el domicilio.