El “Popper” y la 3-bromometcatinona son dos drogas que durante los últimos años han sido detectadas por primera vez en nuestro país, llamando la atención de las fuerzas de seguridad.
Según constató Emol, se trata de narcóticos sintéticos que son comercializados por el crimen organizado para ser comercializados entre jóvenes que participan en fiestas, mayormente de cierto poder adquisitivo.
La 3-bromometcatinona, específicamente, emula los efectos del éxtasis y la cocaína, vinculándose sus principales efectos “a lo energizante, del tipo eufórico, afectando la personalidad de la persona”, explicaron desde la PDI.
“Se vincula a lo que se conoce como efecto empatógeno que tiene relación con una droga psicoactiva, psicoestimulante que induce a experimentar sentimientos de conexión emocional con las personas”, detallaron. “En algunos casos las utilizan para relacionarse con otras personas, porque les permite de cierta manera adoptar una personalidad con la que pueden interactuar más fácilmente con otros pares”.
Esta droga fue detectada por primera vez en el territorio nacional apenas el pasado 9 de agosto. siendo decomisada de manos de una mujer que llegó desde España al Aeropuerto Arturo Merino Benítez, en Santiago. En una maleta, la detenida cargaba 3.323,2 gramos con el propósito de distribuirlos en la región Metropolitana.
Por otro lado, la “Popper” ya lleva algunos años en el país, siendo decomisados 1.047 frascos durante 2021 por la PDI, mientras que Carabineros desarticuló este año truncó las operaciones de un laboratorio de conversión a gran escala en la región de O’Higgins, el cual era operado por un cartel mexicano.
De acuerdo con la PDI, los Popper “son líquidos de color amarillo, casi transparente, volátiles, que se evaporan al contacto con el ambiente” y corresponden a Nitrito de butilo, Nitrito de isobutilo, Nitrito de amilo, Nitrito de isoamilo y Nitrito de isopropilo.
“Su ingesta es vía inhalación y producen vasodilatación de los músculos lisos que rodean los vasos sanguíneos facilitando el paso de sangre”, detallan.
En cuanto al consumo de este tipo de narcóticos, acotan, “el patrón común de los consumidores de drogas sintéticas son personas más jóvenes que experimentan y que buscan efectos rápidos”, existiendo entre los consumidores “un grupo con mayor poder económico, porque el precio de la sustancia aumenta a diferencia, por ejemplo, de la pasta base que es cocaína adulterada y de consumo masivo”.