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Yáñez defendió actuar de la institución en el estallido social: No hay muertos por Carabineros

09 abril 2021 | 09:40

El general director de Carabineros, Ricardo Yáñez, descartó que la institución haya desplegado una política de ataque sistemático contra la población, durante las manifestaciones registradas en el denominado estallido social de fines de 2019.

Según revela Emol, durante el interrogatorio al que fue sometido Yáñez por la fiscal de Valparaíso, Claudia Perivancich, se le consultó si existió una orden para ” desplegar una política de ataque sistemático a la población civil”.

“¿Existió a su juicio, en algún eslabón de la cadena de mando de Carabineros, una orden a partir de la cual desplegar una política de ataque sistemático a la población civil involucrada en las manifestaciones que surgieron a partir del estallido social?”, preguntó la fiscal.

“Lo descarto absolutamente. La mejor demostración de ello es que no haya existido ninguna persona fallecida por el actuar de carabineros. Muy por el contrario, las más de ocho instrucciones que impartí, fueron en el sentido contrario, esto es cumplir con los protocolos establecidos, desplegar controles de línea, respetar integridad de detenidos y esto aún en situaciones de agresiones a carabineros, o en que se hayan visto sobrepasados, por mucho que se haya tenido el interés por recuperar el orden público”, fue la respuesta de Yáñez.

Otros sobre los que fue interrogado Yáñez, es sobre cómo trató Carabineros el caso de personas con lesiones oculares durante el estallido social, asegurando que la situación fue evaluada diariamente por Mario Rozas, exgeneral de la institución.

“El general director fue evaluando la situación hasta que se acotó el uso de la escopeta antidisturbios solo a nivel 5 (amenaza que pone en riego la vida). También se fueron disponiendo cursos de acción concretos, por ejemplo, que respecto de cada funcionario que usaba una escopeta antidisturbios debía registrarse de cargo personal el arma y también el uso obligatorio de una cámara personal que debían portar en el ejercicio de sus funciones”, comentó.

En la misma línea, también aseguró que las escopetas antidisturbios no son armas de precisión, y que al ser percutadas, las municiones se dispersan, por lo que no se puede controlar el disparo.

“No es un arma de precisión. La escopeta usa un cañón no estriado. Es un arma defensiva. Al disparar la munición sus postas se dispersan. A mayor distancia de disparo, la dispersión es mayor. No es posible, por tanto, para el disparador, controlar el disparo, a menos que se actúe conforme a protocolo”, declaró.