El papa Francisco promulgó dos nuevas leyes este martes, una de las cuales destaca por levantar el secreto pontificio para los casos de pederastia, que han sacudido a la Iglesia Católica en los últimos años.
La nueva norma busca agilizar el paso de las denuncias desde la autoridad eclesiástica a los tribunales civiles, especialmente en los países donde la legislación obliga a ello. La ley no afecta el secreto de confesión.
De acuerdo a diario El País, la norma entrará a regir de forma inmediata y obligará a las diócesis de cada país a entregar toda la información disponible sobre casos de abusos a menores a las autoridades.
“Los documentos no serán de dominio público pero, por ejemplo, se facilitará la posibilidad de una colaboración más concreta con el Estado, en el sentido de que la diócesis que tiene una documentación determinada ya no está ligada al secreto pontificio y puede decidir —como debe hacer— colaborar transmitiendo copia de la documentación también a la autoridad civil”, explicó Andrea Tornielli, director editorial de la Santa Sede.
Al terminar con la ley del silencio frente a la pederastia de los curas que por décadas reinó en la iglesia, el papa argentino se compromete a dar la debida información a la víctima y a las comunidades afectadas.
“Por ejemplo, por los impedimentos que existían hasta este momento la víctima no tenía la oportunidad de conocer la sentencia que siguió a su denuncia, porque existía el secreto pontificio”, añadió Tornielli.
La norma, que entrará en vigor inmediatamente, facilita la colaboración concreta con los Estados donde hay mandatos judiciales, precisó.
Con la nueva disposición, el papa responde a los pedidos hechos durante la histórica cumbre dedicada a los abusos sexuales y la pederastia celebrada en febrero en el Vaticano.
Tras la cumbre, Francisco divulgó en mayo un Motu Proprio, una ley que por primera vez imponía a sacerdotes, religiosos y religiosas la obligación de denunciar no sólo los casos de abuso sexual, sino también el acoso y el encubrimiento.