El presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, pronunció un discurso este domingo para despedir al activista político Charlie Kirk, asesinado el pasado 10 de septiembre en un tiroteo en la Universidad del Valle de Utah (UVU).
Ante miles de personas en el Estadio State Farm de Arizona, Trump dijo que Kirk, quien fuera su aliado y uno de los pilares de su campaña que le permitió alcanzar la Casa Blanca por segunda vez, fue asesinado “por decir la verdad que estaba en su corazón”.
Asimismo, tildó a Tyler Robinson, presunto asesino del fundador de Turning Point, como un “monstruo radicalizado y de sangre fría”.
“Fue asesinado violentamente porque habló en favor de la libertad y la justicia, de Dios, de la patria, de la razón y del sentido común”, agregó el jefe de la Casa Blanca.
Previo a la presentación de Trump, Erika Kirk, viuda de Charlie, dio un discurso y aseguró que su esposo “murió con un trabajo incompleto, pero no con asuntos pendientes”.
Luego, la mujer dijo que perdona al presunto asesino, aunque sin pronunciar su nombre. “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”, dijo Erika citando a Jesús en la cruz.
“Lo perdono porque es lo que hizo Cristo”, agregó, resaltando que “la respuesta al odio no es el odio”. El público del State Farm la ovacionó.
No obstante, Donald Trump difirió de los dichos de Erika y la postura de Charlie. “Era un misionero con un espíritu noble y un gran propósito. No odiaba a sus oponentes. Quería lo mejor para ellos”, dijo.
“Ahí es donde discrepé con Charlie. Odio a mi oponente. Y no quiero lo mejor para él”, aseveró, pidiéndole disculpas a la viuda.
“Erika, puedes hablar conmigo y con todo el grupo, pero quizá me puedan convencer de que eso no está bien, pero no soporto a mi oponente”, añadió.
“El arma le apuntaba a él, pero la bala a todos
Del mismo modo, ante las decenas de miles de asistentes, Trump dijo que el asesinato de Charlie Kirk fue un ataque directo contra los ideales de la gente conservadora.
“El arma le apuntaba a él, pero la bala nos apuntaba a todos. Esa bala nos apuntaba a todos”, subrayó.
“Charlie fue asesinado por expresar las mismas ideas en las que prácticamente todos en este ámbito y en la mayoría de los otros lugares de nuestro país creían profundamente”, sostuvo.
En ese sentido, remarcó que “el asesino fracasó en su misión porque el mensaje de Charlie no ha sido silenciado. Ahora es más grande, mejor y más fuerte que nunca”.
“Si Dios quiere, (el acusado) recibirá el castigo completo y máximo por su horrible crimen”, agregó.
Más tarde el mandatario estadounidense repasó la “voluntad de luchar” de Kirk, palabras que le valieron aplausos.
“La lección de la vida de Charlie es que nunca se debe subestimar lo que una persona puede hacer con un buen corazón, una causa justa, un espíritu alegre y la voluntad de luchar, luchar y luchar”, dijo.
Y para dar fin al acto, Trump invitó a la viuda de Kirk al escenario. El presidente y Erika se abrazaron, mostrando la mujer un leve sollozo ante la emoción del momento.