Edición BBCL

Escándalo de fentanilo contaminado en Argentina: 96 muertos y un empresario kirchnerista en la mira

17 agosto 2025 | 07:29

Ariel García Furfaro, responsable de HLB Pharma, es el principal sospechoso por el opioide adulterado con dos bacterias que llegó a hospitales y mató a pacientes. Qué dice el gobierno de Milei.

Con la advertencia de que aún “no se llegó al techo” y un empresario kirchnerista en la mira de las sospechas, la Justicia argentina actualizó esta semana a 96 la cifra de muertos por la aplicación de fentanilo contaminado en hospitales y clínicas. Además, en el marco de la investigación por el lote N° 31.202, ya se incautaron 155 mil dosis, con presencia de las bacterias Klebsiella pneumoniae y Ralstonia pickettii.

En el último reporte de víctimas fatales se sumaron tres casos del hospital Interdistrital Evita de la provincia norteña de Formosa, un nuevo caso en la clínica Vélez Sarsfield de la ciudad de Córdoba, siete en el Instituto de Diagnóstico de la ciudad de Santa Fe y nueve en el hospital regional Español de la ciudad bonaerense de Bahía Blanca.

Además, se confirmó la incautación total de las ampollas de fentanilo distribuidas en todo el país vecino, que se estimaban en 154.530. Vale recordar que la droga se utiliza en la medicina para sedación profunda, anestesia general y manejo del dolor en terapia intensiva, especialmente cuando un paciente necesita respiración asistida.

Ante la preocupación por cirugías programadas —muchos son los pacientes que ahora preguntan cuál es el opioide que les aplicarán—, hay provincias como Mendoza que debieron aclarar a la población que no compraron la sustancia a HLB Pharma Group, el fabricante que fue clausurado en mayo por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).

Pese a la gravedad del fentanilo mortal, hasta el momento apenas hay 24 personas bajo sospecha, pero ninguna detenida o procesada. Una de ellas es el dueño de HLB y Laboratorios Ramallo, Ariel García Furfaro, un empresario con vínculos con el kirchnerismo, del cual el gobierno de Javier Milei deslizó una supuesta “connivencia” con el organismo de control (hacer vista gorda).

La causa corre bajo el ojo del juez federal de La Plata, Ernesto Kreplak, quien es hermano del ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak. El gobierno de Javier Milei ahora evalúa recusar al magistrado por sus vínculos familiares.

En Argentina, al igual que en Chile, el fentanilo no está disponible para la venta libre ni con receta en farmacias, lo que impide que se transforme en una droga de abuso masivo, como ocurre los “zombis” en las calles de Estados Unidos por adicción a un opioide que es cien veces más potente que la morfina.

La defensa del dueño del laboratorio del fentanilo: “Alguien puso esa contaminación”

Por su parte, García Furfaro, dueño de HLB y de vinculación con el kirchnerismo, dio su versión del escándalo sanitario en diálogo con diario La Nación y negó responsabilidades, además de asegurar que “el fentanilo no tiene nada que ver con las muertes” registradas en Argentina.

“Se dijeron tantas barbaridades, como que yo era narcotraficante o que estaba involucrado en otras cosas, y nada de eso está comprobado”, declaró en la entrevista.

“A la Anmat le dio Klebsiella, al (Instituto) Malbrán le da Klebsiella y Ralstonia, y a nosotros no nos dio nada. Hay más bichos, en las historias clínicas, que no figuran en los resultados del Malbrán, raro. Son muchas las cosas que te generan dudas y queremos que esto se aclare y se resuelva de una vez por todas”, agregó.

“Si realmente las ampollas tienen esa contaminación, alguien la puso; no puede generarse en un laboratorio”, lanzó el empresario tan cuestionado en las últimas semanas.

En los últimos años, HLB Pharma ganó terreno como proveedor del Estado, en especial en la provincia de Buenos Aires, gobernada por el peronista Axel Kicillof, donde logró contratos millonarios con hospitales públicos mediante compras directas.

En 2020, la compañía farmacéutica también fue parte de las negociaciones por la vacuna Sputnik V durante la pandemia de Covid-19, lo que disparó las sospechas sobre sus conexiones políticas. García Furfaro fue parte de la comitiva oficial en Rusia del entonces presidente Alberto Fernández.

En cuanto a lo partidario, el empresario es conocido y cercano a la familia Kirchner. Militó a Cristina Fernández de Kirchner y fue parte de la agrupación Kolina, referenciada en Alicia Kirchner, hermana del expresidente Néstor.

El domicilio registrado por el laboratorio es el de calle Yerbal al 1.200, de la Ciudad de Buenos Aires, misma sede que alguna vez tuvo la empresa de aviones privados de Lázaro Báez, el socio condenado de los Kirchner.

De ir atrás en el tiempo, el responsable de HLB Pharma estuvo preso por cometer varios delitos hasta que tuvo su “redención” al estudiar abogacía en la cárcel.

En el plano judicial, García Furfaro pidió que el juez Kreplak investigue si detrás de la contaminación del fentanilo está Adrián Quinteros, ex CEO del grupo. “Era una persona a la que alguna vez le tuve confianza, pero que ahora no hace más que querer perjudicarme”, añadió el responsable de HLB al ser consultado por Infobae.

La semana pasada, el kirchnerismo evitó en la Cámara de Diputados la formación de una comisión parlamentaria para que investigue el fentanilo contaminado y a García Furfaro en particular.

El proyecto, presentado formalmente por la legisladora opositora del PRO, Silvina Giudici, proponía indagar no sólo en las causas inmediatas de la tragedia, sino también en los vínculos políticos y empresariales que permitieron la circulación masiva del medicamento adulterado.

“Yo no tengo el poder para frenar una comisión del Congreso. Quiero ir mañana mismo a declarar. Me pongo a disposición de la diputada (del PRO) Silvana Giudici, que es la impulsora de la comisión investigadora. Ojalá que se arme, me siento y declaro durante tres días a quién le vendí mis medicamentos. Yo ganaba las licitaciones porque vendía barato. Las ampollas de fentanilo las presupuestaba a 300 pesos y el resto a 600, 700, 900 pesos. Yo rompí el mercado, por eso me quieren borrar. Si la diputada quiere voy y le cuento todo a ella en su despacho o donde diga. No tengo nada que ocultar”, respondió García Furfaro.

Respuestas desde el Gobierno frente a la tragedia del fentanilo

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, dijo en el canal LN+ que hay que ver “qué funcionarios” son los responsables de que “el fentanilo haya matado a casi cien personas”, a la vez que dijo que “hay una cadena de custodia” que fracasó.

“Hay responsabilidades que las determinará la Justicia, habrá que ver en los organismos de control qué responsabilidad hay y qué funcionarios son responsables de que el fentanilo hoy haya matado a casi cien personas, de acuerdo a lo que está diciendo la Justicia”, indicó.

En tanto, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, cuestionó el accionar de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) respecto a la verificación de la sustancia de HLB Pharma.

“La Anmat falló, porque el señor (Ariel García Furfaro) que tiene el laboratorio es un amigo del poder y logró que el poder le permitiera hacer esto”, señaló el funcionario durante una entrevista en el programa Deja Vu.

“Anmat me desprotegió, al decirme que me protegía sin protegerme y al decirme que el fentanilo lo revisaba”, añadió Sturzenegger.

Siguiendo el discurso antiestatal, el ministro afirmó que es necesario “entender los riesgos del Estado” y recordó que “a veces el Estado es el que crea los riesgos, más allá de complicaciones y barreras que están supuestamente para resolver un obstáculo, pero generan más costo”.

Refiriéndose a regulaciones que él mismo anunció hace poco tiempo, Sturzenegger insistió en que “a la Anmat tenemos que sacarle el boludeo, termos, cosméticos, envases”.

“Para mí no se les pasó el fentanilo. Ahí hubo una connivencia”, sentenció.