“Quiero ganar tres Champions seguidas con el Barcelona”. Eso pregonaba Arturo Vidal el 3 de agosto de 2018, cuando fue presentando como nuevo refuerzo por parte del elenco catalán con un contrato de tres años.
El ‘Rey’ dejaba atrás tres exitosas temporadas en el Bayern Múnich, con tres títulos de Bundesliga, una Copa de Alemania y dos Supercopas, dando un inesperado salto al fútbol hispano.
Inesperado porque se trató de un fichaje que nadie vio venir en España. El de San Joaquín arribaba al cuadro catalán con 31 años y, si bien su experiencia podía ser de ayuda en el cualquier gran equipo del mundo, en el Barcelona no veían con buenos ojos su llegada.
Y es que Vidal no tenía -ni tiene- ese tan manoseado “ADN Barça”, ese juego de buen pase heredado por generaciones e inculcado en La Masía que los más conservadores exigen para cada jugador que viste la camiseta ‘blaugrana’ y que, en el caso del chileno, sembró dudas durante los más de dos años que ha sido ‘culé’.
Los medios españoles hablaban de un jugador avejentado, tosco, de un error de la directiva del club por sumar otro nombre al sobrepoblado mediocampo catalán y que, más encima, no se llevaría bien con Lionel Messi, la principal figura del club.
Los triunfos de Chile sobre Argentina en las Copas América y el perfil extrovertido de Vidal, muy distinto al del trasandino, llevaron a la prensa hispana a especular con que el ‘Rey’ sería el nuevo vetado del plantel. Pasaron unos pocos días para que la imagen sonriente de Vidal, Messi y Luis Suárez juntos se tomara las portadas en Europa. El de San Joaquín arrancaba con el pie derecho su aventura en el Camp Nou con una amistad que, de seguro, será siempre recordada.
Vidal es Vidal
Pero no todo comenzó bien para el exjugador del Bayern. Con Ernesto Valverde como técnico, la banca de suplentes se convirtió en lugar habitual para Arturo, uno al que nunca ha estado acostumbrado y no tardó en expresar su molestia.
Las redes sociales han sido el aliado pero a la vez el gran enemigo de Vidal en los últimos años, más aún cuando arribó a Barcelona. Asiduo de Instagram y Twitter, el ‘King’ comenzó a publicar mensajes que no pasaron desapercibidos en España.
“No sé lo que pondrán los jugadores en sus redes sociales, pero a mí no me ha dicho nada. No sé si estará enfadado por el partido o por un accidente doméstico”, respondía Valverde ante la consulta de las reacciones del chileno, molesto por sus escasos minutos en duelos de Champions League.
Así, siendo el Vidal que se le conoce en Chile, el volante fue ganando críticos mientras la titularidad parecía cada vez más lejana para el bicampeón de América.
Pero, así como es reconocido su perfil polémico fuera de la cancha, también el ex Juventus se caracteriza por no dejar de correr, poner la pierna fuerte cuando es necesario y llegar al área rival cuando se le pide y, a veces, cuando no. El ‘rey’ comenzaba a sumar adeptos.
Así empezaron a caer los goles y las asistencias (en sus 98 partidos con el Barça, Vidal contabilizó 11 tantos y 11 pases de gol). Messi y Suárez se convirtieron en sus más grandes aliados dentro y fuera de la cancha.
El primer año de Arturo como ‘culé’ terminó con un título de Liga, la Supercopa de España y la dolorosa eliminación en semifinales de Champions ante el Liverpool, luego de que el Barcelona ganara 3-0 en la ida y cayera 0-4 en Anfield con el chileno siendo de lo más destacado en ambos encuentros.
Con el mercado de pases abierto, el Inter de Milán de Antonio Conte, quien dirigió al chileno en Juventus, preguntó insistentemente. Messi y compañía blindaron al ‘Rey’ que sabía, luego de la caída en Inglaterra, que el sueño de la ‘Orejona’ estaba a su alcance. “El 2020 sería el año”, de seguro imaginaba.
No estaba en los planes
Para la temporada 2019-2020 las buenas actuaciones de Vidal eran habituales y los críticos del volante chileno eran cada vez menos. Aunque, con cada partido bajo, los cuestionamientos hacia el formado en Colo Colo no tardaban en aparecer.
Pero cuando parecía que Arturo encontraba regularidad y su lugar en el andamiaje de Valverde, el chileno decidió demandar al club catalán por bonos impagos, relacionados a la cantidad de minutos que sumaba en cada torneo. Una manera de presionar por minutos, dijeron unos; un insulto al equipo que le pagaba su millonario sueldo, especularon otros.
Para peor, un par de malos resultados terminaron condenando al DT. La derrota en la Supercopa de España en enero de 2020 ante el Atlético de Madrid acabó por sepultar el ya atribulado mando del entrenador, que había logrado dos títulos ligueros pero no convencía a la dirigencia.
En lugar del cesado técnico llegó Quique Setién y, de inmediato, Vidal sintió el cambio. El nuevo adiestrador depositó su confianza en el chileno, que se convirtió en pieza inamovible del mediocampo.
Cuando la pandemia del COVID-19 paró el fútbol, el sueño del ex Bayern por su Champions seguía vivo, pese a que fue expulsado ante el Napoli en la ida de los octavos de final (la única tarjeta roja en su paso por los catalanes).
Ya con el regreso del balompié a España, Vidal seguía aferrado a la titularidad. Jugó de enlace, extremo derecho, centrodelantero y hasta como defensor central, tal como en sus inicios en Colo Colo, cuando las lesiones llevaron a Setién a improvisar.
La Liga se perdió, fue para el Real Madrid. Pese a la distancia de puntos cuando se reinició el torneo, el archirrival de los catalanes fue mucho más regular y alzó el título desplazando a los ‘culés’ a la segunda plaza.
Volvió la Champions, donde el Barça hizo la tarea ante el Napoli y, por cuartos de final, a partido único, el rival sería el Bayern Múnich: Vidal ante su exequipo.
Conocedor del dominio de los bávaros en el fútbol alemán, y con hambre de triunfar, el chileno amenazó: “Mañana no juegan contra un equipo de la Bundesliga, juegan contra el mejor equipo del mundo, el Barcelona”.
Titular los 90 minutos y devastado por la aplanadora alemana, el destino quiso que el anterior club de Arturo le propinara un histórico 8-2 que hizo añicos el sueño de la ‘Orejona’. El ‘Rey’, otra vez, se quedaba sin corona.
Un resultado así, por supuesto, trajo consecuencias: el despido de Setién, la llegada de Ronald Koeman a la banca catalana y el recambio total del nuevo entrenador al club.
El neerlandés pidió el número de Vidal, Luis Suárez, Ivan Rakitic y Samuel Umtiti, el mensaje era el mismo para los cuatro: “No estás en mis planes”. El ‘King’, así, se queda sin reinado pese a tener un año más de contrato.
Ofertas por el bicampeón de América no faltan. El Inter sigue expectante, el Paris Saint-Germain preguntó por él y su representante lo quiere en el Manchester United.
El fútbol siempre da más oportunidades para cumplir sueños, ¿logrará Vidal alzar su tan ansiada Champions? Dependerá de cómo se rearme y encuentre, al fin, el reinado que le dé una ‘Orejona’.