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"Krypto es Ozu": La tierna historia del perro de James Gunn que inspiró a la estrella de Superman

15 julio 2025 | 11:42

James Gunn, director de “Superman”, el último éxito de taquilla del cine de superhéroes, reveló por qué decidió basarse en un propio perro para dar forma al personaje de Krypto, el can que acompaña en pantalla al “Hombre de Acero”.

Para dar forma al filme de DC Comics, Gunn analizó y registró con tecnología 3D a Ozu, su perro rescatado de la calle, con el fin de capturar sus movimientos, su apariencia y su inquieta personalidad.

"Krypto es Ozu": La historia del perro de James Gunn que inspiró a la inquieta estrella de Superman

“Así que Krypto es Ozu. Solo que lo convertimos en blanco (el animal original tiene pelaje gris oscuro). De hecho, capturamos en 3D a Ozu y luego lo transformamos en Krypto. Tiene una oreja caída y la otra levantada. Y es un idiota adorable”, explicó el cineasta en una rueda de prensa de la que da cuenta el portal InfoBae.

De acuerdo a su relato, fue el mal carácter de su mascota el motor creativo para dar con los rasgos de Krypto, uno de los personajes más comentados de la cinta ya disponible en cines chilenos.

“La personalidad de Krypto se basa completamente en que Ozu es un perro terrible. Y cuando llegó a nuestras vidas, lo destruyó todo. Está mejorando un poco, pero sigue siendo bastante travieso”, dijo Gunn, quien aseguró que algunas de las ocurrencias del cuadrúpedo del cine están basadas en su símil de la vida real.

“Solo la idea de que un perro tuviera superpoderes y fuera tan malo como Ozu sería un enorme, enorme problema”, admitió Gunn. “Un día pensé: gracias a Dios mi perro no tiene superpoderes, porque los mataría a todos”, comentó en otro encuentro con la prensa.

En octubre pasado, el director explicó cómo la llegada de Ozu en pleno proceso creativo le ayudó a terminar el guion de “Superman”. “Lo adoptamos poco después de que empecé a escribir Superman”, contó el director, quien aseguró que el can fue rescatado de una situación de hacinamiento (vivía con otros 60 perros en un patio).

Hasta el encuentro con eel director, de hecho, Ozu no había tenido contacto con humanos. “Fue problemático, por decir lo menos. Llegó inmediatamente y destruyó nuestra casa, nuestros zapatos, nuestros muebles… incluso se comió mi computadora portátil… Pasó mucho tiempo antes de que siquiera nos dejara tocarlo”, recordó.