A más de un año de que se diera a conocer el multimillonario acuerdo de Ryan Murphy con Netflix (estamos hablando de más de 300 millones de dólares), este 27 de septiembre por fin saldrá a la luz el primero de sus proyectos con la plataforma de streaming.

The Politician marca el debut del creador de grandes series como Glee, American Horror Story y Pose, con la empresa que lo mantendrá en sus filas por cinco años.

Pero, ¿podrá repetir el mismo éxito con esta apuesta?

The Politician es una dramedia que sigue la historia de Payton Hobart (Ben Platt), un estudiante adoptado por una acaudalada familia de Santa Bárbara, California, que supo desde los siete años que quería ser Presidente de los Estados Unidos.

Pero para poder llegar a su objetivo, primero tendrá que jugarse la vida para convertirse en el presidente del Centro de Alumnos de la secundaria Saint Sebastian y competir con su amigo River, el chico más popular del lugar.

En su afán por ganar, utiliza toda la gama de manipulaciones, engaños y estrategias que podemos esperar de los políticos adultos, mezclados en ciertos casos con inmadurez.

Después de ver los tres primeros capítulos de la producción, queda claro que es una historia creada y amoldada al gusto de Murphy, con su clásico tono de sátira, ritmo rápido, millones de flashbacks y diálogos ágiles.

Sin embargo, en ocasiones la trama se vuelve desordenada y cuesta un poco empatizar con algunos personajes, principalmente con Payton, una versión maquiavélica de Blaine Anderson de Glee, que juega al límite entre ser el protagonista y el antagonista.

Si bien Platt es reconocido por su carrera en Broadway y por su rol en Pitch Perfect, en esta ocasión parece no haber dado con el tono necesario para un personaje que tiene que mostrarse obsesivo y ambicioso, así como roto y humano. Algo con lo que Murphy ya había trabajado en las primeras temporadas de Glee con Lea Michele.

Para quienes no lo recuerdan, Rachel, el personaje de la actriz, lograba combinar a la perfección esa dualidad, pues a pesar de su antipatía y egoísmo, lograbas sentir cierto afecto por ella y entender su actuar.

En tanto, Gwyneth Paltrow, que interpreta a la madre adoptiva de Payton y que es una de las musas de Ryan Murphy, aparece para entregar un poco de contexto y mostrar el lado más humano del aspirante a presidente.

Pero mientras a su personaje parece faltarle chispa, Lucy Boynton se convierte en toda una sorpresa. La actriz que se hizo conocida por interpretar a la novia de Freddie Mercury en Bohemia Rapsody, da vida a la archienemiga de Payton y novia del hombre que él ama.

Con pocos diálogos y muchas (pero muchas) miradas de odio y pena, Boynton consigue lo que no logra el protagonista, empatía. Sientes su pena cuando se entera de ciertos eventos (spoilers) y a la vez la odias por otros.

Jessica Lange, en tanto, interpreta a la abuela de Infinity (Zoey Deutch), una chica con cáncer a la que Payton quiere como su vicepresidenta, para poder atraer votos y hacerlo lucir más humano.

Aunque no podemos comentar mucho de su historia en particular, el personaje de Lange es uno de los que menos interés despierta, pues además de parecerse mucho a Constance Langdon, de la primera temporada de American Horror Story, no parece aportar demasiado a la trama principal y queda muy por debajo al ser comparado con el rol de Patricia Arquette en The Act.

Quizás su principal problema es que Murphy intentó abarcar muchas historias paralelas diferentes, y no todas interesantes (Hola, hermanos de Payton, cuyos nombres ni siquiera aprendí), lo que entorpecía el relato principal.

Pero más allá de las actuaciones, la serie básicamente se siente como una versión adolescente de House of Cards (algo que varios críticos han notado) o una mucho más política de Glee.

Y aunque cuesta “engancharse” con ella, una vez que le tomas el hilo quieres ver más, así que los fans de Ryan Murphy podrán decir con tranquilidad… “lo hiciste otra vez”.

La primera temporada de The Politician será liberada este 27 de septiembre en Netflix.