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"¿Cuándo dejaré de sentirme así?": la lucha de Adele contra la ansiedad y su búsqueda de felicidad

17 octubre 2021 | 09:45

La cantante reformó su vida tras la dolorosa separación de su marido. Su camino en búsqueda de la felicidad, además de su lucha contra la ansiedad, han marcado su día a día en los últimos años. No obstante, hoy está más feliz y esperanzada que nunca.

Durante los últimos años, Adele ha vivido una montaña rusa de emociones y desafíos: no sólo dejó los escenarios hace cerca de 5 años, sino que también se divorció de su esposo y tuvo un cambio de vida que la llevó a perder casi 70 kilos en cosa de meses.

Todo ello, sumado a otras experiencias de vida, han llevado a la cantante británica a aprender a vivir con la ansiedad, un estado que se ha hecho presente de distintas formas en todo este proceso.

La pandemia también jugó un rol importante, no obstante, la ha llevado a ser resiliente, enfocarse en sus fortalezas y realizar actividades que le permitan liberar tensiones.

En una íntima conversación con la revista Vogue para su edición de noviembre, la intérprete contó detalles de su vida y reveló cómo ha llevado su salud mental en estos años de intensos cambios, los que sin duda cambiaron su vida para siempre.


Adele y la pandemia

Si bien la cantante ha debido pasar períodos extensos de encierro al igual que todo el mundo, estos han sido más reflexivos debido a que debió “enfrentar sus demonios” poco antes de que estallara la crisis sanitaria.

En específico, esto ocurrió tras su divorcio en 2019 con el ejecutivo Simon Konecki, con quien comparte a su hijo de 9 años Angelo.

Durante el período pandémico “todos tuvieron que enfrentarse a muchos de sus demonios, porque tenían mucho tiempo libre sin nada que los distrajera. Tuvieron que enfrentarse a sí mismos en aislamiento. Mientras, yo lo hice el año anterior”, declaró, agregando que cuando se separó de su expareja vivió un verdadero “Año de la ansiedad”.


Año de la ansiedad

En 2011, la artista se sometió a una cirugía para detener una hemorragia en sus cuerdas vocales, por lo que desde entonces siempre ha cuidado en extremo su voz.

No obstante, luego que en 2017 debiera cancelar dos conciertos para 200 mil personas en el Wembley Stadium por problemas relacionados, su ansiedad comenzó a aumentar.

“Creo que una vez que mi voz descansa, no quiere volver por un tiempo. Creo que eso fue lo que pasó. El impulso se fue”, dijo sobre lo ocurrido en la oportunidad, agregando que “no se me permite actuar si ya no estoy bien (de la voz), porque me operaron hace años. Así que ni siquiera pude empujar la situación. Estaba devastada”.

Tras ello, Adele comenzó a tener períodos con una elevada ansiedad, la cual decidió tratar con su terapeuta que le recomendó sanar temas pendientes del pasado.

“Recuerdo haber estado sentada al exterior con dos de mis amigos. Y pensé, ¿Cuándo dejaré de sentirme así? Y ellos me decían que con el tiempo. Y yo pensaba, ‘sí, pero ¿cuánto tiempo?’ Y uno de ellos lloró y dijo, ‘no lo sé. Va a ser todo un paseo’. Y así fue”, dijo.

Sin embargo, declaró que “desde entonces, he estado en un viaje para encontrar mi verdadera felicidad”.


Relación con su papá

En este contexto, la artista declaró que su terapeuta le sugirió “sentarse a hablar” con su pequeña yo.

“Mi terapeuta me dijo que tenía que sentarme con mi pequeña yo de siete años. Porque estaba abandonada a su suerte. Y tenía que ir a sentarme con ella y abordar realmente cómo me sentía durante mi infancia y hablar de los problemas con mi padre. ¿Qué había estado evitando? ¿Cuáles eran esos problemas?”, afirmó.

A ello, añadió que de su pasado viene su postura a la defensiva con los demás. “No estar segura de si alguien que se supone que debe quererte (su padre), lo hace, y sentir que no eres su prioridad… Al final te acostumbras. Por eso mi relación con los hombres siempre se ha basado en: Tú me vas a hacer daño, así que yo te haré daño a ti primero. Pero es tóxico y te impide encontrar la felicidad”, reveló.

El padre de Adele, Mark Evans, un plomero de Gales, murió de cáncer en mayo de este año. Pero la relación entre ambos era casi inexistente. Evans y la madre de Adele, Penny Adkins, se separaron poco después de que la cantante naciera, dejando a la mujer sola con sus dos hijas.

Sé que me amaba, y de hecho alcanzamos nuestra paz antes de que muriera. Cuando falleció, tuve este tipo de reacción física. Ese miedo abandonó mi cuerpo. Mi mamá fue increíble cuando mi papá estaba en las etapas finales. Ella estaba allí y ayudando”, comentó.


Adele y el alcohol

La cantante también comentó que tiene una relación algo tensa con el consumo de alcohol.

“Me volví realmente famosa justo cuando Amy Winehouse murió. Y la vimos morir frente a nuestros ojos”, dijo, agregando que estaba preocupada de que ella también pudiera salirse de control.

Añadió que “siempre he tenido una relación muy estrecha con el alcohol. Siempre me ha fascinado mucho el alcohol. Es lo que mantuvo a mi papá lejos de mí. Así que siempre quise saber qué tenía de genial”.

Además, comentó que cuando uno está bajo los efectos de bebidas alcohólicas surgen nuestros diferentes personajes. Es entonces, dijo, que la prensa está al acecho para hacer una historia sobre ti. “Ellos se ponen encima, se ponen encima y se ponen encima tuyo, lo que te vuelve jodidamente loco“.

La muerte de Winehouse fue un momento decisivo para ella. “Realmente me ofendió. Cogí la guitarra por el primer álbum de Amy. Ella significa más para mí que todos los artistas. Porque ella era británica. Porque ella era asombrosa. Porque estaba atormentada. Porque era muy divertida”, declaró.


Superando la ansiedad

Pese a la adversidad, la intérprete reveló que parte importante de las actividades que le permitieron volver a su centro fueron el ejercicio, la terapia y la meditación.

En relación a estos últimos puntos, Adele mencionó que su proceso consistió en “muchos baños de sonido. Fue mucha meditación. Fue mucha terapia. Y pasé mucho tiempo sola”.

Sobre el gimnasio, declaró que fue un punto clave. “Se convirtió en mi momento. Me di cuenta de que cuando hacía ejercicio no tenía ansiedad. Nunca se trató de perder peso. Pensé, si puedo hacer que mi cuerpo sea físicamente fuerte, y puedo sentir eso y ver eso, entonces tal vez algún día pueda hacer que mis emociones y mi mente sean físicamente fuertes”, reflexionó.

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Y, con el tiempo, no sólo perdió peso sino que también recuperó la confianza y su bienestar. Así lo afirmaron amigos de la artista entrevistados por Vogue, quienes celebraron que la treintañera esté en un gran momento de su vida.

Laura Dockrill, confidente de la cantante desde hace casi 20 años, dijo que notó un cambio positivo en su amiga cuando asistió a su matrimonio en febrero de 2020, semanas antes del encierro por la pandemia. “Básicamente, echó a todos del escenario a patadas y se invitó a sí misma a cantar ‘Young Hearts Run Free’ en un pub lleno de gente. Llevaba una falda triangular gigante cubierta de flores blancas. La miré con una enorme sonrisa y pensé: ‘Está bien, ha vuelto’“, declaró.


Y esa vuelta, por lo menos al mundo de la música, se concretará en breve. Esto, luego de que la propia Adele confirmara que está trabajando en un nuevo álbum que contendrá canciones basadas en su divorcio, su maternidad, y la ansiedad, entre otros temas.

“Es sensible para mí este disco, solo por lo mucho que lo amo. Siempre digo que ’21’ ya no me pertenece. Todos los demás lo tomaron tanto en sus corazones. No voy a dejar ir este. Este es mi álbum. Quiero compartirlo con todos, pero creo que nunca dejaré partir a este disco”, dijo.

Cabe señalar, que el próximo disco de Adele se titulará ’30’ y saldrá a la venta en formato CD y vinilo, además de streaming, el próximo 19 de noviembre. Será su cuarto álbum de estudio y el primero luego de 6 años de ausencia, tras la publicación del exitoso ’25’ en 2015.