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"De niña buena o de la tiara": Conoce los 3 "síndromes" más frecuentes en mujeres profesionales

30 julio 2023 | 06:59

Síndrome de la "Niña Buena", de la "Tiara" o el de la "Cuerda Floja", serían algunos de los fenómenos que pueden afectar a las profesionales, y que influyen directamente en las dificultades para acceder a puestos de más liderazgo dentro de las organizaciones.

El avance de las mujeres en el mundo profesional es innegable, gracias a la mayor participación en diversos sectores productivos y el aumento de las mismas en puestos gerenciales.

Y si bien las cifras en algunas áreas como los puestos CEO siguen distantes del de los hombres, la participación laboral sigue siendo muy considerable a comparación de décadas anteriores.

Aún con esto, existen una serie de prácticas que llevan a que las profesionales sufran de ciertos “síndromes” o fenómenos que llegan a afectar a un gran porcentaje de las mujeres en el mundo del empleo.

Síndrome de Niña Buena, de la Cuerda Floja y de la Tiara

La fundadora y gerente general de WoomUp, Gracia Dalgalarrando, expresa que hay ciertos “síndromes” dentro de las mujeres profesionales, cuya presencia es mucho mayor a la que presume.

En este sentido, desde la plataforma, que justamente “ayuda a las empresas a lograr la equidad de género”, se nombran tres fenómenos que afectarían a las mujeres profesionales “de forma transversal y que son reconocidos en diversas partes del mundo”.

Uno de ellos es el “Síndrome de Niña Buena”, el cual consiste en un temor de decepcionar, herir o incomodar a los demás debido a frases como “eso no es de señoritas” o “nadie te va a querer con ese carácter”.

“Esto hace referencia a la crianza y realidades que las mujeres se han enfrentado desde pequeñas (…) Aquí se suelen anteponer necesidades y deseos de los demás antes que los suyos, por miedo a concretar aquellas frases que escucharon de niñas”, expresan desde WoomUp.

Otro es el “Síndrome de la Cuerda Floja”, que “se refiere a mujeres que al cumplir con las características que se reconocen como ‘femeninas’ -como ser dulce, amable, no alzar la voz, etc.- tienen dificultades para representar un estilo de liderazgo fuerte y decidido”.

En este caso, la consecuencia es que las profesionales viven en “una completa incertidumbre”, ya que siempre estarían en búsqueda de un balance entre ser asertivas y no generar incomodidades o comentarios.

Plano picado de una mujer trabajando en un escritorio

Por último, desde la plataforma de mentoría, capacitaciones y networking, nombran el “Síndrome de la Tiara”, como el fenómeno donde las personas toman una actitud pasiva en su trabajo, cumpliendo con deberes de la forma que se hagan notar lo menos posible.

Eso sí, todo lo anterior es con la expectativa de ser reconocidas públicamente por sus superiores”, o sea, que “las coronen con una tiara”.

“Todos estos síndromes son la demostración de cómo los sesgos de género contribuyen a reafirmar el denominado techo de cristal, el cual se refiere al conjunto de normas no escritas al interior de las organizaciones, que dificulta a las mujeres tener acceso a los puestos de alta dirección”, concluyen desde WoomUp.

El Síndrome del Impostor y su impacto en las profesionales

Mucho se ha escuchado del “Síndrome del Impostor”, un fenómeno que afecta tanto a hombres como mujeres, aunque se aprecia especialmente en este último grupo.

Este llamado “síndrome” hace que las personas sientan que sus aptitudes no están a la altura de lo que exige su trabajo; y que los posibles reconocimientos que se les puedan entregar no se los merecen.

Según comentó previamente la gerente general de Teamclass, Verónica Garrido, a BioBioChile, ciertas barreras culturales podrían propiciar la aparición del Síndrome del Impostor “como el sesgo de género, que puede socavar la confianza en sus propias habilidades o logros o en entornos profesionales donde han sido históricamente subrepresentadas”.

Junto con lo anterior, también pueden surgir otro tipo de afectaciones psicológicas que pueden afectar las carreras profesionales de las mujeres.

¿Cómo se pueden vencer estas limitantes?

Según Gracia Dalgalarrando, debido a la presencia de estos “síndromes” en las profesionales es necesario que las mismas empresas impulsen acciones en pos de generar cambios.

En este sentido, comenta que “avanzar en equidad en las empresas es clave. Valoramos aquellas que se comprometen con el desarrollo de sus mujeres y porque además saben que es más productivo para ellos”.

Ahora, en un ámbito más personal, en la plataforma de Becas Santander, recomiendan -en el contexto de la lucha contra el “Síndrome del Impostor”- reconocer fortalezas y debilidades reales, con el fin de mejorar la confianza en las capacidades propias.

Y más allá, para fortalecer la imagen profesional se recomienda el “conocerte a ti misma, salir de la zona de confort y asumir nuevos desafíos, nuevamente, trabajar la autoconfianza y ser tú misma”.

“Está bien buscar inspiración o apoyos en otros casos de liderazgo efectivo, pero no olvides ser auténtica y guiarte por tus valores o propósitos. Solo creyendo en tus objetivos y actuando de forma independiente conseguirás avanzar en este camino”, expresan desde Becas Santander en su página web.