Argentina volvió a meterse en la discusión minera regional tras la publicación de un informe oficial sobre su potencial.
Si bien no asoma un riesgo inmediato para el histórico liderazgo de Chile, sí deja abierta la puerta a la inquietud de que, con financiamiento, permisos y estabilidad económica, el país gobernado por Javier Milei empiece a disputar espacios para transformar proyectos en producción y ganar terreno en un tablero dominado durante décadas por su vecino trasandino.
Los datos surgen del informe de este mes titulado “Recursos y reservas minerales en Argentina” de la Secretaría de Minería, a cargo de Luis Lucero y dependiente del Ministerio de Economía.
El litio es el terreno donde Argentina toma fuerza. Según el informe, se proyectan 197,9 millones de toneladas de carbonato de litio (MTn de LCE) y 18,6 millones en reservas, cifras que difieren drásticamente del cálculo del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS en inglés), que asigna 57 millones de toneladas de recursos al triángulo del litio (Bolivia, Argentina y Chile) y apenas 4 millones de reservas al caso argentino, frente a los 9,6 millones de Chile.
En tanto, el cobre muestra un panorama diferente, ya que la brecha de Argentina con Chile parece inalcanzable en el corto plazo. El país vecino suma 116 millones de toneladas de recursos y 17,1 millones en reservas, contra los 190 millones de toneladas en reservas que tiene Chile, equivalente al 20% del total global.
El informe argentino detalla diez proyectos cupríferos en carpeta, pero la mayoría apenas se encuentra en etapas tempranas de prefactibilidad o evaluación, es decir, con una exploración prevista a arrancar a largo plazo.
Pero el que promete, en etapa de “factibilidad”, es El Pachón, con 10,4 millones de toneladas y contiguo a la mina chilena Pelambres, al sur de la provincia de San Juan. Lo maneja la compañía suiza Glencore. Altar, en la misma provincia, es otro con 9,9 MTn y bajo el manejo de Aldebaran Resources.
Filo del Sol (“prefactibilidad”) y Josemaría (“construcción”) son los dos simultáneos en el norte de San Juan, cercanos a Caserones y bajo poder de la canadiense Lundin, con 1 MTn y 3,04 MTn, respectivamente.
En comparación, el caso del oro aparece como un panorama más favorable. Con 138,4 millones de onzas de recursos y 33,6 millones en reservas, Argentina se ubica entre los 15 países con mayores reservas del mundo, mientras Chile no figura en ese listado.
Varios proyectos auríferos ya están en operación, lo que permite pensar en incrementos de producción más rápidos si las obras en construcción se cumplen.
El inesperado diferencial lo aporta el uranio. Como Chile no cuenta con este mineral, Argentina goza de recursos por 36.483 toneladas. Aunque no hay explotación activa, se proyecta la reapertura de yacimientos clave como Don Otto (Salta, norte) y Sierra Pintada (Mendoza, al oeste). Un recurso que, en tiempos de transición energética, puede convertirse en carta estratégica.
La competencia recién empieza, pero dependerá más de la estabilidad y las decisiones políticas que de la riqueza y la diversidad geológica propia de Argentina.
Hoy, la minería argentina explica apenas el 1,2% del PBI, muy por debajo de los países vecinos, donde supera el 10%. Aun así, ya es el quinto complejo exportador del país y constituye el motor de economías provinciales como Jujuy, Santa Cruz, San Juan y Catamarca, donde representa cerca del 80% de las ventas externas.
El incentivo de Milei que acelera las inversiones en minería en Argentina
El Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), parte clave de la Ley Bases, fue aprobado por el Congreso en 2024 y ofrece un marco jurídico especial para proyectos superiores a los USD 200 millones, tanto en energía, minería como en industria.
La herramienta, que otorga beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios por 30 años, busca convertirse en un imán de capitales en un país con un historial reciente de fragilidad en cuanto a atracción de inversiones.
Entre los beneficios, el esquema reduce el impuesto a las Ganancias del 35% al 25%, garantiza devolución acelerada del IVA y fija retenciones cero para las exportaciones que surjan de esas iniciativas. Sus objetivos van más allá de la llegada de dólares frescos: pretende dinamizar sectores estratégicos, ampliar la competitividad, generar empleo e impulsar las exportaciones de bienes y servicios.
En mayo de 2025, el gobierno de Javier Milei anunció el primer proyecto minero aprobado bajo el RIGI. Fue el emprendimiento de litio Río Tinto en Salta, con una inversión de más de USD 2.500 millones para producir litio en el Salar del Rincón.
La lista de iniciativas con luz verde también incluye al Parque Solar El Quemado en Mendoza, el Oleoducto Vaca Muerta Sur, por ejemplo.
La provincia de Mendoza, otra de proximidad a Chile, quiere ganar protagonismo minero, siempre bajo la premisa del aval social y el respeto por las leyes de sustentabilidad. Entre sus planes destaca el proyecto San Jorge, con un potencial de 1,1 millones de toneladas de cobre fino en la localidad de Las Heras, y 34 proyectos mineros de exploración en Malargüe Distrito Minero Occidental (MDMO), al sur.
El RIGI se combina con medidas específicas de Milei para el sector, como la eliminación de retenciones mineras en 2025, que fijó en 0% las alícuotas para mercaderías metalíferas y no metalíferas, además de rocas de aplicación, combustibles y piedras preciosas.