Con una voz que en un momento pareciera quebrarse, y la ministra Vallejo con los ojos llorosos. El ahora exministro de Hacienda, Mario Marcel, dio un punto de prensa al interior de La Moneda, luego de concretarse su renuncia al cargo.
Contando con un papel en mano, y una corbata con motivos de La Noche Estrellada de Van Gogh, el economista tomó el podio y agradeció primero a los equipos de prensa, como a los integrantes del equipo de comunicaciones de Hacienda.
Y junto con hacer un resumen de su trabajo al frente de las finanzas públicas, Marcel sentenció que “logré gran parte de lo que viene a hacer a este gobierno”, a la vez que confirmaba el motivo personal y familiar de su salida, ya que “particularmente, del lado de los hijos, el tiempo que uno les deja de dedicar, tiene un costo importante (…) Es ya un momento en que uno puede cambiar el ritmo o recuperar ciertas prioridades rezagadas”.
Además, descartó integrarse al comando de Jeannette Jara o aterrizar en algún organismo internacional, ya que “no pretendo vivir fuera de Chile”.
Mario Marcel se despide del Ministerio de Hacienda
“Hoy, al dejar el Ministerio de Hacienda, se cuentan tres años, cinco meses y 10 días desde que asumí este cargo. Junto con eso, se cumplen casi 10 años en que he estado de manera continua en la primera línea de la economía (tras ser presidente del Banco Central), y también culminan más de 16 años en distintas funciones y etapas del Ministerio de Hacienda”, dijo.
Con todo, el economista resaltó que “uno no debe olvidar jamás que la autoridad no le pertenece. Es prestada por la ciudadanía, para que uno la ocupe en beneficio del bien general”.
“Dejar este cargo ahora no es solo una necesidad personal y familiar, sino que también es una forma de traspasar el poder y responsabilidad a mi sucesor, Nicolás Grau”.
Luego, comenzó a enumerar cómo evolucionó la economía a lo largo de estos tres últimos años, recordando que “desde fines de 2019, la economía chilena y su entorno vieron enormes turbulencias”, con las “mayores alzas y mayores caídas de la actividad desde los años 80”, y una inflación que llegó al 14%, entre otros aspectos.
“El déficit fiscal estructural se empinó hasta el 11% del producto, el déficit en cuenta corriente de balanza de pagos llegó a 10% del producto, tres veces su promedio histórico. Tres retiros de fondos de pensiones consumieron 20% de los ahorros tradicionales de los trabajadores”, resaltó.
Y en este sentido, dijo que le tocó tomar “medidas inéditas y reformas que parecían imposibles de lograr” para “reducir la incertidumbre y recuperar una senda de crecimiento”.
“Hubo aciertos y errores, logros y frustraciones, momentos de angustia, de alivio y de satisfacción. En el balance, lo importante es que Chile salió adelante. Hoy la economía se va aproximando a un crecimiento de tres por ciento, dentro de unos meses la inflación va a estar en la meta del Banco Central”.
Decisión personal
Además de resaltar otros aspectos de la economía -como la aprobación de reformas como la Ley de Cumplimiento Tributario o los recortes de gasto-, además de la reforma de pensiones y las alzas del sueldo mínimo, el expresidente del Banco Central también tomó un momento para enfatizar en un aspecto más humano de su trabajo al frente de las finanzas públicas.
Así, al recordar las “caídas” como el rechazo de la reforma tributaria y el incumplimiento de la meta fiscal en 2024, “el apoyo de colegas de equipos de trabajo, la porfía y el sentido de responsabilidad me hicieron seguir adelante, persistir, revisar, corregir. Me alentó siempre el apoyo del presidente y de mis colegas de gabinete, también la frase que me dijeron en la calle muchas veces: ‘Aguante, ministro"”.
Sin embargo, reconoció que “es tiempo de partir porque 10 años en la primera línea de la economía, o 16 años en el Ministerio de Hacienda ya son bastantes bajo cualquier métrica, incluso la que aplica a nivel personal y familiar”.
“Los padres muchas veces nos consolamos con las horas que hemos dedicado a los hijos. Hablamos de tiempo de calidad, pero la verdadera métrica que tiene que aplicarse es el tiempo que los hijos requirieron de uno y muchas veces eso nos deja en un déficit importante”, reconoció, con el rostro visiblemente afectado.
“La economía ya recuperó sus equilibrios básicos (…) las reformas imposibles ya se están implementando, -y sale de Hacienda- porque logré gran parte de lo que vine a hacer a este Gobierno, porque serán otros los que hagan balances y evaluaciones. A mi nunca me gusta hablar de legado. Son otros los que hacen ese análisis”.
“De mi parte, solo resta decir que me entregué con pasión a esta hermosa tarea luchando contra múltiples adversarios y escollos. Pido perdón por mis errores y doy las gracias por haber tenido esta extraordinaria oportunidad”, concluyó el ahora exministro de Hacienda.