Desde la Anfine (Asociación Nacional de Trabajadoras y Trabajadores del Instituto Nacional de Estadísticas, INE) detallaron a través de una declaración una serie de preocupaciones que los aquejan, entre ellas el clima laboral al interior del organismo.
En el texto indican que eso, sumado a los bajos sueldos y la sobrecarga laboral, han generado impactos en la salud mental de los asociados.
“El impacto en la salud mental de los trabajadores sometidos a bajos sueldos, sobrecarga laboral y escasas –además de lentas- propuestas de solución, pone en riesgo la calidad estadística de todos los productos que del INE dependen”, sostuvo la Anfine.
El INE, aseguró, además “presenta desde hace años los sueldos más bajos del Estado”.
Eso último, a su juicio, estaría provocado una importante rotación de personal en distintos niveles de la estructura, “con la consiguiente y permanente fuga de talentos y –desde ahí- una constante merma en dotación de personal que ha redundado en sobrecargas de trabajo que se han sostenido más allá de las coyunturas del país”.
La declaración emitida por los trabajadores surgió luego de una nota publicada por La Tercera, en la que se abordó la postergación del Censo. El Gobierno tomó esa determinación aludiendo a razones técnicas derivadas de la pandemia.
El citado medio, por su parte, expuso en su redacción que la postergación del proceso también tenía relación con una denuncia interpuesta por Lorena Espinosa, exjefa del Censo, por la no renovación injustificada de su contrato.
Dicha situación habría retrasado aún más las gestiones de organización que requiere la operación estadística, una de las más importantes que realiza en INE.
Por último, los funcionarios aclararon que “respaldan incondicionalmente la competencia técnica de los trabajadores y trabajadoras de la institución”, pero que a su vez son “evidentes los conflictos estructurales y de gestión al interior” del INE, situación que exige “inmediata y seria atención por parte de las autoridades competentes”.